Combates entre disidentes de las Farc y el ELN, en el Bajo Calima, Valle del Cauca, obligaron a que alrededor de 169 familias de una vereda del río San Juan llegaran al Distrito en busca de refugio. Se trata de campesinos, indígenas y comunidades afro que estuvieron confinados en la zona y a quienes esta situación de orden público los forzó a salir de sus hogares. En el momento se activó una ruta para brindarles la atención necesaria.

Esta no sería la primera vez que se presenta esta situación. A finales de enero de este año, también se conoció que más de 700 familias llegaron a Cali desplazadas de manera forzada, procedentes de Buenaventura y el Bajo Calima, luego de permanecer confinadas en sus propios hogares debido a la presunta presencia y enfrentamientos entre grupos armados, entre ellos el Clan del Golfo.

De acuerdo con la Alcaldía de Cali, se trata de 3.000 personas entre niños, mujeres y hombres, de las cuales 121 estuvieron en un lugar de paso, 209 recibieron bonos de alimentación y aseo, además de asesoría psicológica y acompañamiento permanente.

“Podemos dar un balance positivo en cuanto a la atención a las personas que han llegado a Cali desde Buenaventura, el Bajo Calima y sus alrededores, tuvimos cerca de 780 familias que llegaron a la ciudad. Verificamos la atención que se les brindó, revisamos las condiciones en las que encontraban y garantizamos que se hayan restablecido sus derechos”, indicó María Fernanda Penilla Quintero, secretaria de Bienestar Social de Cali.

Por su parte, María Eugenia Sánchez, coordinadora de la oficina de Asistencia Humanitaria, de la Subsecretaría de Atención a Víctimas, expresó lo extenso y complejo que fue el proceso para prestar atención inmediata a dicha población.

“Llegaron de manera masiva, las familias desplazadas. El primer desplazamiento fue el de una población indígena ―54 personas, nueve grupos familiares― y al día siguiente, la población proveniente del Bajo Calima”, explicó la funcionaria.

“Desde el primer día activamos la ruta con el Ministerio Público, realizamos un subcomité con todas las entidades del territorio y con todos los miembros que componen el Comité de Justicia Transicional en Cali, donde se confirmó que era un desplazamiento masivo y de inmediato brindamos la atención”, agregó Sánchez.

Presidente Duque confirma baja de importante cabecilla de disidencias en el Valle

El Gobierno colombiano sigue de frente su lucha contra las disidencias y el presidente Iván Duque informó sobre un importante golpe que el Ejercito Nacional le propinó al grupo ilegal.

“Las labores de nuestra fuerza pública contra el crimen organizado no se detienen. En el municipio de Bugalagrande, Valle del Cauca, fue neutralizado alias Alex, segundo cabecilla del GAO-r compañía ‘Adán Izquierdo’ y capturado alias Damián, quien será sometido a la justicia”, escribió el primer mandatario de los colombianos en su perfil oficial de Twitter.

Por su parte, el ministro de Defensa, Diego Molano, también informó de otro golpe que propinó el Ejercito Nacional al grupo guerrillero ELN, el cual se dio en el departamento de Nariño.

“En el municipio de Los Andes Sotomayor, Nariño, fue ubicado y destruido un laboratorio para el procesamiento de coca perteneciente al ELN. 3.2 toneladas de estupefacientes fueron incautadas. Menos drogas en las calles y golpe a las finanzas narcocriminales”, informó Molano por medio de redes sociales.

Hace unos días, en un trabajo de inteligencia militar, tropas de la Décima Sexta Brigada, unidad militar orgánica de la Octava División del Ejército Nacional, de manera coordinada con la Fuerza Aérea Colombiana e interinstitucional con la Fiscalía General de la Nación lograron la captura del cabecilla principal del Frente Adonay Ardila Pinilla, Fredy Buitrago Parada, alias Mono Canas, quien ya está en manos de las autoridades. Este es un contundente golpe al grupo armado organizado (GAO) ELN, Frente de Guerra Oriental.

Con esta captura, autoridades consideran que “se debilita el mando y control de las estructuras del Frente de Guerra Oriental, y el control y manejo de las economías ilícitas, producto de los dineros recaudados de la extorsión, secuestro y abigeato en los departamentos de Arauca, Boyacá y Casanare; también se afectan los planes político-organizativos y de masas”, señaló el Ejército Nacional.