La Alcaldía de Medellín encendió las alarmas por una nueva ola de denuncias en las que se advierte sobre presuntos casos de abuso sexual al interior de las aulas de clase del distrito. La mirada de las autoridades está puesta sobre la Institución Educativa San Pablo, donde dos familias presentaron las alertas. La Fiscalía General de la Nación ya atiende las quejas.

La concejala Nataly Vélez les hizo eco a las preocupaciones de los acudientes. Al parecer, un funcionario de la institución educativa estaría cometiendo delitos sexuales en la sede Marco Fidel Suárez de este colegio ubicada en la comuna 1: Popular. De momento, dos menores han levantado la mano para señalar al hombre como el supuesto victimario.

Los niños estarían matriculados en los primeros grados del ciclo escolar dado que tienen entre cinco y seis años. La primera alerta se presentó el pasado 28 de julio y la segunda está en proceso de instauración, a razón de que el estudiante está recibiendo atención en un centro médico de la ciudad, de acuerdo con la información suministrada por Vélez.

Otros estudiantes habrían sido víctimas del mismo empleado y tendrían miedo de hablar porque, presuntamente, hay intimidaciones de por medio. Frente a este escenario crítico, desde el Concejo de la capital de Antioquia se instó a los organismos control y defensores de los derechos humanos para que pongan la lupa sobre la institución educativa.

“Les exigimos a las autoridades, Personería de Medellín, ICBF y Secretaría de Educación acompañamiento y presencia inmediata para identificar si pudieran existir casos adicionales frente a esta difícil situación para garantizar, además, el restablecimiento de derechos de estos niños y niñas y el acompañamiento a las familias”, afirmó la corporada.

Ahora bien, la secretaria de Educación del distrito, Alexandra Agudelo, confirmó que las unidades especializadas del ente de acusación ya adelantan las investigaciones frente a los casos que han sido reportados en las últimas horas. Sin embargo, no entregó detalles de lo que va a pasar con el trabajador que es señalado de cometer los presuntos abusos.

Una vez se empezaron a divulgar las denuncias en redes sociales, la entidad activó el código fucsia para atender a la población educativa afectada. Este mecanismo empezó a funcionar en el mes de marzo cuando el sistema de formación de Medellín colapsó por una lluvia de quejas de presuntos acosos y abusos sexuales en varios colegios.

“Desde nuestro quehacer hemos establecido un protocolo que nos permite acompañar a todos los estudiantes y tener todas las evidencias que facilitan a las autoridades esclarecer cada uno de los casos. La Secretaría de Educación solicita y exige a las autoridades una investigación exhaustiva sobre los casos de posible abuso”, respondió la funcionaria.

Para llamar la atención de los organismos judiciales, en la noche de este jueves los padres de familias de la Institución Educativa San Pablo realizarán una manifestación ciudadana a las afueras de la sede Marco Fidel Suárez, donde pedirán agilidad en los procesos de indagación que comprometen la integridad de los menores que están matriculados.

Con base en las estadísticas delictivas de la Policía Nacional, en lo que va corrido de 2022, 371 menores han interpuesto denuncias por delitos sexuales en Medellín. En su mayoría, las víctimas han sido niñas. Las faltas más comunes son acceso carnal y acoso sexual sin empleo de armas, aunque también se han usado armas de fuego y armas blancas.

Por otro lado, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses indicó que en Antioquia se han atendido cerca de 480 denuncias por presuntos delitos sexuales, cifra que relaciona el primer semestre de 2022. Entre las víctimas hay adultos mayores y menores de edad, en que las mujeres son las más afectadas.