¿Pueden criar hijos sanos dos personas del mismo sexo? Pepa Merchán, prominente dama del jet set capitalino, asiste a una consulta psicológica donde el costosísimo doctor Chasko porque le preocupa el comportamiento de sus hijos. – La nuestra es una familia ideal, como de comercial de seguros, doctor: a Jorge le va divinamente con la empresa y no hay fiesta de Vicky Turbay a la que a mí no me inviten. El problema son los niños… – ¿Y qué pasa con los niños, mi señora? – Son muy problemáticos, doctor: Alejandro, el mayor, mete drogas… La menor no me habla. Y los mellizos solo miran su ipod. – ¿Y desde hace cuánto sucede todo esto, mi señora? – La niñera y el chofer me dicen que no saben bien. – ¿No les faltará más atención? – Bueno: son la niñera y el chofer de toda la vida, quizás les falte atención, pero son honrados. – Hablo de los niños: ¿sí tienen la atención suficiente? – Claro: siempre les he dado todo lo que quieren, como les decía anoche a mis amigas de Mesa de Yeguas… – ¿Ha detectado comportamientos anormales en alguno? – ¿Como qué? ¿Como que sean gais o algo así? ¡No, doctor! Y no es que tenga nada contra los gais; yo voy a las fiestas de Kike Sarasola en Cartagena, y todo, pero en la familia todos somos gente normal… ¡Dios nos libre de lo que se nos viene con la adopción gay! – ¿No le gusta la adopción igualitaria, mi señora? – No, doctor, y así lo comentaba esta tarde con mis amigas del club. Los niños deben ser educados por un hombre y una mujer. En nuestro caso, una empleada y un conductor. Pero nunca por dos conductores o dos empleadas. ¿Exactamente cómo es una familia normal? A pesar de su apellido, monseñor Castro sienta a un niño sobre las piernas para explicarle los conceptos católicos de la procreación. –¿Te leíste los versículos? – Sí, padre, pero no comprendí muy bien el misterio del Espíritu Santo… – Bueno: el padre de Jesús fue una paloma. O un palomo, mejor, porque no era homosexual. Y la madre era virgen. ¿Qué no comprendes? – ¿Y ellos engendraron a Adán y Eva? – No, eso es antes, en el Paraíso, donde solo vivía Adán. – ¿Y Eva? – Eva sale de la costilla de Adán. – ¿O sea que Adán se casa con su costilla? – Bueno: si lo quieres ver así, sí… – ¿Y se la come? – Pues… cómo te dijera… sí… – ¿Con guantes de plástico y todo? – Procrean. Procrean y de ahí venimos nosotros. – ¿Todos los seres humanos? – ¡Todos! – ¿Mi familia? – También viene de ahí… – ¿Todas las familias, como la de Norberto el peluquero? – ¡No! ¡Esa no es una familia! Familia es únicamente hombre y mujer. – O paloma y virgen. O costilla y esposo. ¿En el fondo, son homosexuales los homófobos? El expresidente y el señor procurador yacen desnudos, en la cama. Las sábanas les cubren hasta las tetillas. Ambos miran hacia el techo. En el piso podemos ver un reguero de ropa: tirantas, crocs, un sombrero vueltiao, un cilicio. –Por Dios, presidente, ¿qué nos sucedió? ¡Nos la fumamos verde! – Ay, ay, procurador, por el padre Marianito: ni me di cuenta en qué momento pasó todo. – ¡Estamos en pecado! ¡Fue el diablo el que me empujó la mano! – ¡Ahora nos vamos a volver promiscuos! ¡Y yo que quería darle buen ejemplo a los niños! – Malhaya la hora, presidente: ahora comprendo por qué hablaba siempre del proceso de paz con alusiones a la vaselina… – Y yo de que la culebrita seguía viva … – Y yo de los simpatizantes de las Farc que estaban en el clóset.. – ¡Con razón a mí me gustaba chuzar! – ¡Nos reprimíamos! ¡Éramos nuestro propio Esmad! – Oístes: esto no lo puede saber nadie. – Claro que no, por Dios, presidente: qué dirían mis hijas, ¡qué diría mi mujer! Desaparezcamos toda evidencia… – Traeme entonces una curita acá para el labio, que me raspastes con el colmillo … – Yo sí había manoseado servidores públicos, pero jamás de esta forma… – ¡Y yo que le quería dar en la cara a la mechuda! – Tenemos que rezar con mucha fuerza para curarnos… Y negar lo que nos acaba de pasar: negarlo como si se tratara del holocausto nazi… – Lo que más me preocupa es que a juntos nos gusta repetir… – ¡Qué drama de carácter moral sin antecedentes! – Oístes, ¿y si pedimos ayuda?: Luis Carlos es psiquiatra… Y el mismo Pacho sabe poner electrochoques. – ¡Ni pensarlo! Júreme, presidente, que no le contará esto a nadie, y que mandará a volar en helicóptero a quien se entere! ¡Júremelo por esos ojos color miel! – Y vos jurame por lo más sagrado que esto no va a afectar nuestra amistad… – Se lo juro por Laureano, presidente... – Bueno: a vestirnos, que tenemos que salvar al país… – Sí, de tanta ruina moral. – Pasame, pues, los crocs…