El 9 de marzo de 1990, en Caloto, Cauca, se firmó el primer acuerdo de paz entre una guerrilla y el Estado colombiano. El M-19 había declarado que la guerra no era la solución y resolvió deponer las armas en una negociación con el gobierno de Virgilio Barco.

Ahora, 33 años después de este importante acontecimiento, el presidente Gustavo Petro, quien perteneció al M-19, recordó el hecho y envió un mensaje sobre la paz, a propósito de las negociaciones que está sosteniendo hoy el Gobierno con diferentes grupos armados.

“Hoy se cumplen 33 años de sembrar la paz en Colombia. Aún la paz sigue siendo revolucionaria, algo extraña como si fuera inalcanzable. La paz será inalcanzable hasta que la misma sociedad quiera”, apuntó el jefe de Estado.

El mandatario aprovechó la ocasión para enviar un nostálgico mensaje por los que murieron en el camino y por quienes hicieron posible la entrega de armas de esta guerrilla.

“(Carlos) Pizarro no está, fue asesinado y Rafael Pardo está enfermo, pero la paz es posible”, indicó Petro.

Esa alusión a su salud no cayó bien en el exministro Rafael Pardo, quien en ese momento era consejero para la paz y fue uno de los representantes del gobierno Barco que presenció la entrega de armas del M-19.

Rafael Pardo, exministro de Trabajo | Foto: Juan Carlos Sierra

Pardo le dijo al presidente que “debe estar mal informado” pues él ya está recuperado de los problemas de salud que tuvo hace algún tiempo y que incluso lo tuvieron en una unidad de cuidado intensivo.

“En buena hora estoy recuperado. Debe estar mal informado Gustavo Petro. Recordaba precisamente a los que firmamos hace 33 años agradeciendo la oportunidad de haber sembrado paz en Colombia y deseándole sabiduría para que esté usted a la altura de las necesidades de nuestro país”, manifestó Pardo.

Ex-M-19 en la política

Tras la desmovilización del M-19, algunos de los exintegrantes de esta guerrilla dieron el tránsito de las armas a la política. El ejemplo más emblemático es el del presidente Gustavo Petro, pero también hay otros rostros conocidos que han llegado al Gobierno precisamente de la mano del mandatario, quien los tiene entre su círculo de confianza.

En este cerrado círculo están Augusto Rodríguez y Alberto Casanova, dos de los más cercanos escuderos del jefe de Estado que llegarán ahora al Gobierno nacional, luego de haber sido compañeros de lucha de Petro no solo en su trasegar en la política, sino en el M-19, pues ambos, al igual que el presidente, pertenecieron a la extinta guerrilla.

El más cercano de ellos es Augusto Rodríguez, quien llegará a dirigir la Unidad Nacional de Protección (UNP), quien esta semana sufrió un atentado contra su vida del que salió ileso.

Augusto Rodríguez. Director de la UNP | Foto: Juan Carlos Sierra

Los que conocen al jefe de Estado aseguran que Rodríguez es una especie de guardián de Petro. Estuvo con él en las campañas a la Alcaldía en 1997 y a la Cámara de Representantes en 1998. Fue el asesor que lo ayudó a investigar la parapolítica en el Congreso entre 1998 y 2010. Fue su mano derecha como alcalde de Bogotá y su asesor en las dos últimas campañas presidenciales.

Es una de las pocas personas a las que Petro le permite quedarse junto a él cuando se reúne con sus abogados para tratar temas judiciales en su contra. Tal vez su mayor virtud, y por eso se ha ganado la confianza del jefe de Estado, es su discreción, siempre trabaja en silencio, a la sombra.

Otro de los exmiembros del M-19 es el exgobernador Antonio Navarro, quien si bien no está en el Gobierno sí sigue siendo protagonista de la agenda nacional desde su posición como codirector de la Alianza Verde.