El país está indignado porque Barranquilla no será sede de los Juegos Panamericanos de 2027 por incumplimiento de condiciones por parte del gobierno del presidente Gustavo Petro. El Caribe colombiano esperaba generar ingresos y atraer turismo con la oportunidad de ser anfitrión del evento deportivo, pero la Casa de Nariño no pagó oportunamente su parte de los derechos.

En medio de los reclamos al gobierno, la situación recuerda que en 2021 no se pudo realizar la Copa América en Colombia por los fuertes disturbios desatados por el paro nacional.

El estallido social en el país, que se oponía a una reforma tributaria presentada por el expresidente Iván Duque, no solo fue escenario de protesta pacífica. En el marco de la manifestación murieron decenas de policías y civiles, se reportaron más de 1.000 heridos, hubo desaparecidos y hasta ocurrieron agresiones sexuales.

El país se paralizó por varios meses, presentando bloqueos que evitaron el transporte de alimentos y suministros de todo tipo, provocando escasez y encarecimiento de algunos productos y combustibles a nivel nacional. Incluso, se bloqueó el paso de ambulancias, que entre otras cosas provocó la muerte de una bebé intubada entre Buenaventura y Cali, en el Valle del Cauca.

Las protestas de 2021 dejaron graves secuelas en la infraestructura de Cali, además, se registraron delitos como homicidios, secuestros, torturas y desaparición forzada. | Foto: Foto: Colprensa

La situación de orden público escaló de tal manera que ponía en duda la capacidad del país de realizar pacíficamente la Copa América de 2021, la cual fue otorgada por Conmebol en 2019 a raíz de una postulación conjunta con Argentina.

El país planteó que se debía jugar en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, siendo la capital y la ciudad vallecaucana las más conmocionadas por el estallido social. Ante los reparos, el entonces presidente Iván Duque intentó defender la realización del evento, diciendo que sería “absurdo” si no se hiciera y en muchas ocasiones defendió las medidas contra disturbios que aplicaría en el evento.

Sin embargo, el gobierno tuvo que optar por pedirle a la Conmebol el aplazamiento, excusándose en que querían que esta tuviera aforo público, lo cual se hacía imposible por la pandemia de la covid-19.

“Aquí han tenido todos los participantes en el paro nacional los espacios para conversar con el Gobierno. Hay una gran tendencia que no quiere la Copa América, pero también una gran cantidad de colombianos que sí la quiere. La consideración puntal hoy son los temas de salud, no desconocemos que hay una realidad social, pero el Gobierno ha venido trabajando con los sectores a través de los ministerios y consejerías”, dijo Ernesto Lucena, entonces ministro del Deporte.

La Conmebol rechazó el pedido de aplazamiento del gobierno colombiano y decidieron cederle la Copa América a Brasil, donde Argentina resultó campeón continental.

Por otras razones, bajo el gobierno de Belisario Betancur, Colombia declinó ser la sede del Mundial de 1986, el mítico campeonato en el que Diego Armado Maradona se consagró campeón mundial.

Belisario Betancur, expresidente de Colombia.

La razón fueron los altos costos de la preparación para el torneo, por las exigencias de la FIFA para que se pudiera llevar a cabo.

La FIFA exigía 12 sedes para los 24 países participantes y que cada una tuviera un estadio para aforos entre 40.000 y 80.000 espectadores. Además, pedían que cada ciudad sede tuviera un aeropuerto que cumpliera las normas IATA y conexión terrestre entre las mismas.

“Aquí tenemos otras cosas que hacer, y no hay siquiera tiempo para atender las extravagancias de la FIFA y sus socios”, dijo el entonces presidente Betancur en 1982.

Existe una luz de esperanza para que Barranquilla recupere la sede, pero no sería la primera vez que Colombia se queda sin poder ser anfitrión de un evento deportivo de talla mundial.