Científicos argentinos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) descubrieron en la cordillera de los Andes los restos casi completos de una nueva especie de dinosaurio que vivió hace unos 230 millones de años.
El hallazgo, publicado en la revista Nature, corresponde a un pequeño herbívoro de cuello largo denominado Huayracursor jaguensis, considerado uno de los dinosaurios más antiguos conocidos hasta la fecha.
El fósil fue encontrado a 3.000 metros sobre el nivel del mar en la provincia de La Rioja, en el noroeste del país. Los investigadores destacaron que este descubrimiento ofrece una ventana excepcional al origen de los dinosaurios, ya que el ejemplar pertenece al periodo Triásico Tardío, cuando comenzaron a aparecer los primeros reptiles gigantes y los ancestros de los mamíferos.
Una especie diminuta con gran valor evolutivo
El paleontólogo Agustín Martinelli, uno de los autores del estudio, explicó: “Estimamos que Huayracursor debe tener una edad de entre unos 230 a 225 millones de años, lo que lo convierte en uno de los dinosaurios más antiguos del mundo”.
A diferencia de los colosales saurópodos que dominarían millones de años después, el Huayracursor jaguensis era de dimensiones mucho más reducidas. Según el Conicet, un adulto medía alrededor de dos metros de largo y pesaba cerca de 18 kilos.
Sin embargo, su estructura corporal lo ubica dentro del linaje que daría origen a los gigantes herbívoros de cuello largo que poblarían la Tierra durante el Jurásico.
Del ejemplar se logró recuperar una parte del cráneo, una serie vertebral completa que se extiende hasta la cola y extremidades anteriores y posteriores casi intactas.
Los expertos señalan que el grado de conservación del fósil lo convierte en una pieza clave para estudiar la evolución temprana de los dinosaurios.
El lugar del descubrimiento
El descubrimiento se dio en la Quebrada de Santo Domingo, ubicada en los Andes riojanos. Este sitio comenzó a ser explorado en 2015 por el equipo del Conicet, que buscaba nuevos yacimientos del Triásico Superior en regiones poco estudiadas.
“Comenzamos los trabajos en 2015, y no fue fácil encontrar restos, casi que desistimos, pero tras dos viajes fallidos, en 2016 empezaron a salir fósiles interesantes”, relató Martinelli en una entrevista con EFE. El esqueleto casi completo del saurópodo fue finalmente descubierto en 2018, consolidando a la Quebrada de Santo Domingo como un enclave paleontológico prometedor.
Según los investigadores, este hallazgo apenas marca el inicio de una serie de descubrimientos en la zona. “Este solo es el comienzo de lo mucho que dará de sí esta unidad geológica con abundante fauna fósil”, añadió Martinelli. Con ello, Argentina reafirma su posición como uno de los territorios más ricos del mundo en restos de dinosaurios y en claves para comprender su evolución temprana.
*Con información de DW.