Los agujeros negros supermasivos no solo sobresalen por su enorme capacidad de absorber materia, sino también por la influencia decisiva que ejercen en el desarrollo de las galaxias y en la configuración del universo primitivo.

Frente a este panorama, recientemente salieron a la luz nuevos datos que apuntan a una posible reactivación del núcleo galáctico, un hecho que ha generado preocupación entre especialistas de diversas instituciones. Se trata de Sagitario A*, que lleva un largo periodo en estado de calma, aunque la comunidad científica coincide en que, tarde o temprano, volverá a mostrar signos de actividad.

Equipos científicos internacionales, en colaboración con la NASA, detectaron señales de intensas interacciones gravitacionales capaces de reavivar al agujero negro central. Datos recientes obtenidos por el satélite IXPE y estudios sobre la dinámica de la Vía Láctea revelaron rastros de antiguos estallidos energéticos, así como modelos que describen futuros escenarios de reencendido.

Las observaciones realizadas con telescopios de alta precisión indican que la Gran Nube de Magallanes, una galaxia enana que orbita la Vía Láctea y que parece acercarse más de lo previsto, podría desencadenar una interacción capaz de enviar gas hacia el centro galáctico, aportando material fresco al supermasivo Sagitario A*.

Este aporte, según los expertos, tendría el potencial de alterar el equilibrio actual del núcleo de la galaxia y desencadenar procesos energéticos de gran escala.

Los agujeros negros supermasivos sobresalen por su enorme capacidad de absorber materia. (Foto de referencia)

Además, de acuerdo con sus modelos, la Vía Láctea terminará colisionando con la Gran Nube de Magallanes, ubicada hoy a unos 200.000 años luz de distancia. Este encuentro intergaláctico proporcionaría el impulso necesario para “despertar” al agujero negro central, marcando el inicio de una fase de intensa actividad que transformaría profundamente el corazón de nuestra galaxia.

“Sagitario A* se encuentra a más de 25.000 años luz de la Tierra y es nuestro agujero negro supermasivo más cercano, con una masa estimada de millones de veces la de nuestro Sol. El agujero negro de Sagitario A (o Sgr A* por las siglas que suelen emplear los investigadores y que se pronuncia ‘Sagitario A asterisco’), se encuentra en la constelación de Sagitario en el corazón de la Vía Láctea”, precisó la NASA.

Este encuentro intergaláctico proporcionaría el impulso necesario para “despertar” al agujero negro central. (Foto de referencia) | Foto: 2020 Future Publishing

¿Existen riesgos para la Tierra?

De acuerdo con los expertos, existe una enorme distancia —superior a 25.000 años luz— junto con la protección natural que brindan la atmósfera y el campo magnético terrestre, atenúan cualquier riesgo directo para la vida en la Tierra. Incluso en un escenario donde Sagitario A* entrara en plena actividad, la radiación emitida se dispersaría y perdería intensidad mucho antes de alcanzar la biosfera.

No obstante, un evento de este tipo tendría un valor científico excepcional, pues permitiría analizar de primera mano cómo los agujeros negros supermasivos influyen en la estructura de las galaxias y en los procesos de formación estelar. Por ello, la vigilancia constante con observatorios como el JWST, Chandra e IXPE resulta fundamental para comprender a fondo las dinámicas que gobiernan el corazón de la Vía Láctea.