Con la llegada de los años, el contorno de la cara se vuelve menos definido, las mejillas y la barbilla caen, debido a la aparición de las arrugas, algo que sin duda pone a pensar a algunas personas sobre la manera para combatir estas imperfecciones y lucir bien sin necesidad de gastar dinero.

Es por ello que el japonés Chiyo Hayash se inventó una técnica de masaje facial para, tanto restaurar la ubicación de los huesos del cráneo, así como mejorar la microcirculación en los tejidos.

Se trata de la técnica a la que llamó Korugi. En tal sentido, la persona interesada deberá llevar a cabo unos sencillos pasos, para los cuales solo necesitará un espejo, aceite para masaje, y tener el rostro limpio de cualquier impureza.

No obstante, es de aclarar que este masaje facial japonés para reducir arrugas y rejuvenecer la piel, no debe ser practicado por quienes sufren de enfermedades propias del área de otorrinolaringología, trastornos del sistema linfático, patologías crónicas de la piel, o tienen heridas faciales.

A continuación, los pasos a seguir para el masaje Korugi:

1- Levantamiento de mejillas

Para este masaje, la presión a ejercer en la cara no deberá ser muy débil, pero tampoco excesiva, con el objetivo de evitar el dolor.

Para empezar, se deben colocar los codos sobre una mesa, apretar las manos formando un puño.

Posteriormente, apoyar las falanges de los dedos contra los pómulos, estando los músculos relajados.

Acto seguido, permanecer en dicha posición durante al menos cinco segundos.

2- En la frente

La cabeza deberá estar ligeramente inclinada hacia atrás y luego la frente se presiona con las falanges de los dedos, cerca del borde de la zona de crecimiento del cabello.

Después, ir presionando la zona más cercana a las sienes y mover los dedos por la línea del crecimiento del cabello, hasta los lóbulos de las orejas.

Seguidamente, pasar ligeramente los dedos hacia abajo, por el cuello, hasta llegar a la clavícula.

3- Las mejillas

Para este tercer paso, se hace necesario que los dedos de las manos se encuentren entrelazados y los pulgares estirados, para que con la parte lateral se empiecen a realizar los movimientos en las mejillas.

Para empezar, la punta del pulgar de la mano derecha debe colocarse debajo del ojo izquierdo, próximo a la nariz y, presionando, deberá realizarse un movimiento alisador dirigiéndote hacia las orejas.

Luego, pasar suavemente los dedos desde los lóbulos de las orejas por la parte lateral del cuello, hacia la clavícula. Importante que se realicen los mismos movimientos, hacia el otro lado.

4- Arriba de los ojos

En esta parte del rostro se tendrán que apretar las manos formando un puño. Después, colocar las falanges de los dedos justo por encima de la línea de las cejas y masajear hacia arriba hasta llegar hasta donde empieza el cuero cabelludo.

También, mover las manos un poco hacia los lados y volver a subir.

5- Los ojos

Allí también se deben apretar las manos hasta que se forme un puño y luego empezar a pasar los nudillos de los dedos índice y medio, desde el comienzo de la ceja hasta su final, sin descender, claro está que en ambos lados.

6- La parte inferior de la cara

Con los dedos recogidos a modo de puño, se tendrá que estirar el dedo índice y del corazón. Posteriormente, realizar movimientos en la parte inferior de la cara con los nudillos de los dedos.

Estos movimientos serán intermitentes y moderadamente fuertes, siguiendo la dirección desde la barbilla hasta las sienes.

En total, serán unos 7-8 movimientos en esa zona de la cara.

7- Fin del masaje

Para finalizar, tendrán que estar las palmas de las manos abiertas, colocar los dedos sobre la frente y pasarlas suavemente hacia las sienes.

Posteriormente, se realizarán movimientos de alisado, desde las mejillas, hacia la clavícula, pasando por los laterales del cuello.

Importante señalar que, para que los resultados del masaje Korugi se empiecen a notar, este se debe realizar al menos una vez por semana.