Hacer ejercicio es muy beneficioso para la salud; según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las nuevas directrices de la organización, se recomienda hacer por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana, para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.

Además, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, el entrenamiento con pesas puede ayudar a tonificar los músculos, mejorar la apariencia y combatir la disminución de la masa muscular relacionada con la edad.

Por otro lado, practicar un deporte o ir al gimnasio produce sensación de satisfacción y bienestar. Además, ayuda a combatir la obesidad, mejora la circulación sanguínea, cuida la salud del corazón, entre otros beneficios.

No obstante, cuando las personas realizan ejercicio de fuerza o tonificación, los músculos quedan con un dolor por un tiempo tras el esfuerzo realizado. La sensación de dolor se puede dar por la tensión muscular que se genera en los músculos.

De acuerdo con Mejor con Salud, esto también sucede por la falta de costumbre. Por ello, una de las recomendaciones es continuar practicando ejercicio. Además, es preciso tomarse su tiempo para realizar de manera adecuada cada movimiento. También recomiendan no esforzar demasiado el cuerpo.

Estas son algunas de las recomendaciones del portal enfocado en salud y bienestar Men’s Helath.

1. Tomarse tiempo en cada ejercicio:

Para realizar los ejercicios de manera adecuada es necesario practicar cada movimiento. Hacerlo de forma lenta hará que el músculo tenga más tiempo de regenerarse y se vuelva más fuerte. Esto evitará que posterior al ejercicio se tenga un dolor permanente.

2. Continuar ejercitándose

Una de las mejores fórmulas para evitar el dolor es continuar practicando ejercicio. Ejercitarse incluso el día después de haberlo hecho ayuda a disminuir el dolor. Además, hará que el músculo se acostumbre al movimiento y beneficiará el intercambio de partículas.

3. Cambiar ejercicios

Hacer una rutina en la que se involucren varios movimientos a la vez ayudará a que el músculo tenga más tiempo de regresar a su estado natural. Entrenar pierna o glúteo y luego pasar a un ejercicio de tren superior hará que el músculo pueda descansar.

Por otro lado, existen otros trucos que ayudan a que el músculo se recupere rápidamente y deje de doler después de ejercitarse. Uno de ellos es comer banano o plátano, pues al ser rico en potasio combate la deshidratación y los tirones musculares.

“Aunque todavía no está claro si el potasio ayuda a prevenir el dolor muscular, está claro que ayuda con la deshidratación después del ejercicio, que puede provocar graves tirones musculares después del entrenamiento”, señaló Natalie Rizzo, dietista y nutricionista.

La experta también mencionó que el consumo de zumo de cereza puede contribuir a calmar el dolor, pues es rico en antioxidantes. La nutricionista explicó que incluso una torta de cereza ayuda a reducir los síntomas del daño muscular que se provoca luego de una rutina de ejercicios.

Otro sencillo truco para combatir el dolor muscular es alternar temperaturas. Esto quiere decir que en la ducha se puede alternar entre frío y calor, esta práctica ayuda a relajar los músculos,

“Este tipo de duchas de contraste, en las que puedes alternar entre el agua más caliente que puedas durante 20-30 segundos y el agua más fría que puedas durante otros 20-30 segundos”, señaló para el portal el entrenador personal Dustin Raymer.

Por último, el experto señala que también existen cremas o ungüentos naturales que ayudan a relajar el músculo y calmar el dolor.