La diarrea es un síntoma común de enfermedad en los niños pequeños. Científicamente se conoce como el paso de heces sueltas o acuosas. Para algunos de los menores se puede presentar de manera leve y desaparecerá en unos pocos días, pero en otros casos puede tornarse compleja y generar problemas de deshidratación, por ejemplo.

Cuando es leve y sin vómitos tiende a desaparecer por sí sola en un par de días. En este caso, según el portal Healthychildren.org, no se requiere que el niño cambie su dieta. Puede seguir tomando leche materna o en polvo o consumiendo los alimentos habituales.

Sin embargo, en caso de presentarse diarrea y a la vez vómito se les debe interrumpir la dieta normal y suministrar soluciones de electrolitos en pequeñas cantidades, hasta que cesen los vómitos. Algunos niños no pueden tolerar la leche de vaca cuando tienen diarrea y es posible que se deba suspender; mientras que la lactancia debe continuar, de acuerdo con las recomendaciones de este sitio especializado.

Cuando se presenta una diarrea grave, que normalmente se evidencia cuando los niños tienen una evacuación intestinal líquida cada una o dos horas, o más seguido, esto genera deshidratación y es necesario acudir al médico. Se deben evitar los líquidos con alto contenido de azúcar y de sal. Lo recomendable es que los menores consuman agua.

¿Qué alimentos darles?

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, cuando un niño tiene diarrea se le deben suministrar comidas pequeñas durante todo el día en lugar de tres comidas grandes. Los alimentos con sal como las sopas son recomendables para aliviar el malestar y mantenerlos hidratados.

Las diarreas en niños pueden ser leves o graves y son una causa importante de mortalidad infantil. | Foto: Getty Images

Algunas de las recomendaciones de los expertos es darles a los menores carne de res, cerdo, pollo, pescado o pavo a la parrilla o al horno, huevos cocidos, bananos y otras frutas frescas, compota de manzana, productos de pan hechos de harina refinada y blanca, arroz blanco o pasta, cereales como crema de trigo, avena, harina y hojuelas de maíz.

También se pueden incluir en la alimentación verduras cocidas, tales como zanahorias, habichuelas, champiñones, remolacha, tallos de espárragos, ahuyama y calabacín pelado; algunos postres y refrigerios, como gelatina, paletas y galletas.

Sin embargo, hay algunas vitaminas y minerales que son especialmente recomendados para suministrarle a los menores cuando tienen estas complicaciones de salud.

Menor severidad

La vitamina A, el zinc, y el ácido fólico reducen la duración y severidad de los episodios de diarrea aguda y persistente, contribuyendo a disminuir la mortalidad infantil, según indica un artículo publicado en el portal Scientific Electronic Librery Online. La publicación precisa que los suplementos de zinc previenen futuros episodios diarreicos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) recomiendan 10 a 20 miligramos de zinc por día para los niños con diarrea. Hay varios mecanismos de acción del zinc en la diarrea aguda, algunos de los cuales son específicos del sistema gastrointestinal.

Por ejemplo, el zinc restaura la integridad de la barrera mucosa y promueve la producción de anticuerpos y linfocitos circulantes contra los patógenos intestinales. Este mineral puede encontrarse en alimentos como queso, carnes rojas y pollo.

Por otro lado, la deficiencia de vitamina A es una causa importante de mortalidad en niños menores de cinco años. Se estima que esta insuficiencia se ubica en un porcentaje que oscila entre 11 % y 40 % en niños menores de cinco años de países en desarrollo.

Según los expertos, la asociación entre diarrea y vitamina A se conoce desde hace mucho, cuando se observó que los niños con xeroftalmia, enfermedad ocular producida por la deficiencia de esta vitamina, tenían una incidencia mayor de diarrea que otros menores.

Proporcionar alimentos que contengan pollo aporta vitamina A. | Foto: GUILLERMO TORRES

Según la publicación de Scientific Electronic Librery Online, múltiples ensayos clínicos han demostrado que un porcentaje de la mortalidad asociada a diarrea tendría que ver con la falta de vitamina A, problemática que también afecta más la duración de los episodios de diarrea.

La vitamina A puede encontrarse en productos de origen animal como carne de res, pescado, aves de corral y productos lácteos, pero también en aquellos de origen vegetal, como frutas y verduras.

La vitamina B también es clave para los niños, ya que además de ayudar a la producción de energía, fortalece el sistema inmunológico y digestivo, participa en el crecimiento y desarrollo celular y produce y regula los glóbulos rojos de la sangre. Está presente en cereales, lentejas, carne y frutos secos. La pelagra, enfermedad producida por deficiencia dietética, debida a la ingesta o absorción inadecuada de vitamina B3, puede producir diarrea.

Esta se puede obtener a partir de las proteínas del pescado, pollo, carne, huevos y productos lácteos. Los alimentos vegetales de hojas verdes y las judías también aportan vitamina B.