De las muchas enfermedades que se asocian con el envejecimiento se encuentra el Alzheimer y el Parkinson, que de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, este último es un “trastorno del movimiento” que se debe a la falta de producción de dopamina, es decir que la cantidad es mínima para el cerebro.

Por lo tanto, el signo a destacar entre los pacientes con esta enfermedad es el temblor en sus manos, piernas, cara, más, sin embargo, el equilibrio, la descoordinación también se destacan. Es una enfermedad degenerativa, lo que quiere decir que los síntomas empeoran desencadenando otras enfermedades como trastornos del sueño, incluso depresión.

Según la institución de salud, no hay un examen que detecte la enfermedad. No obstante, una publicación de la Sociedad Estadounidense de Química (ACS), informó que en un estudio, los investigadores de la organización pretendían, a través de un sistema de olfato e Inteligencia Artificial, detectar la Enfermedad de Parkinson (EP).

Todo debido a un caso que se conoció años atrás de una mujer que tuvo la capacidad de prever el Parkinson de su esposo, solo con olerlo.

Aunque como se mencionó anteriormente, los pacientes diagnosticados con esta enfermedad no pueden detectar su desarrollo, sino que es hasta que los síntomas aparecen que son conscientes de la presencia de este problema de salud. Por esto, según el artículo de ACS, científicamente se determinó la relación que existe entre el sebo y los olores que excretan quiénes tienen o van a desarrollar EP.

Para poder llevar a cabo lo anterior, se apoyaron de la “cromatografía (GC)-espectrometría” con respectivos exámenes y análisis del sebo de los pacientes.

Los pacientes con parkinson necesitan un tratamiento farmacológico y unos hábitos especiales de alimentación. Foto: Getty Images. | Foto: Foto: Getty Images.

En conclusión y para reducir el costo de dichos análisis, decidieron construir una nariz compuesta de algoritmos y ondas, entre otros elementos, que logró analizar que 31 personas con EP emitían un olor distinto a otro grupo de 12.

No obstante, necesita ser soportado por otras evidencias y análisis para que avance el tratamiento y diagnóstico de la enfermedad.

¿Es hereditario?

El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidente Cerebrovasculares, afirma que en algunos casos el Parkinson sí puede ser hereditario “y se pueden deber a mutaciones genéticas específicas”. Por lo que “es el resultado de una combinación de susceptibilidad genética y exposición a uno o más factores ambientales desconocidos que desencadenan la enfermedad”, asegura.

Como se mencionó, este trastorno no tiene solución, pero los medicamentos y/o la cirugía solo pueden regular los síntomas producidos por la enfermedad.

Las personas con parkinson pueden empezar a sentir temblores como un signo temprano de esta enfermedad. | Foto: Peter Dazeley/Getty Images

“La presión física, emocional y económica puede causar un gran estrés a las familias y a los que atienden a estas personas, y es necesario que los sistemas de salud, sociales y financieros y los ordenamientos jurídicos les presten apoyo”, precisa la OMS.

Uno de los síntomas o señales no mencionados son las actividades nocturnas que experimentan estos pacientes. En el estudio titulado “Sueños angustiosos y riesgo de enfermedad de Parkinson: un estudio de cohorte pasado en la población”, se explica que aproximadamente 5.994 hombres de 65 y más años de edad que vivían en seis centros clínicos de los Estados Unidos, en Portland, Pittsburgh, Palo Alto y Minneapolis, participaron en esta investigación que afirma ciertas conductas de las personas que padecen esta enfermedad y abre otros caminos de estudio para una continua investigación.

Así mismo, en un apartado del texto de la investigación, explica que se reconocieron 91 casos de enfermedad de Parkinson, destacando que las personas que presentaban sueños con angustia o como también se le conocen “pesadillas” tenían riesgo de padecer este problema.

Es importante mencionar que la investigación fue hecha en un inicio con personas que no presentaban síntomas o padecían esta enfermedad, y cumplían con un indicador establecido sobre “sueños angustiosos” o pesadillas.