La almendra, cuyo origen se localiza en Asia, en una zona bastante amplia de Oriente Próximo, desde el mar Egeo hasta la meseta de Pamir, comprendiendo Mesopotamia, Irán, Turkestán y Kurdistán, es el fruto del almendro y son fuente de proteínas, ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos insaturados, fibra, calcio, fósforo, magnesio, hierro, zinc, potasio, vitamina E, riboflavina, tiamina, niacina y folatos, según la Fundación Española de la Nutrición.

Comer frutos secos puede ser bueno para el corazón, ya que contienen ácidos grasos insaturados y otros nutrientes. | Foto: 4kodiak

Además, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló que las almendras son un fruto seco que aportan diversos beneficios para la salud, como, por ejemplo, cuidan la salud cardiovascular, ya que son ricas en fibras, proteínas y grasas saludables.

“La almendra tiene buenas cantidades de omega 3,6 y 9, que son grasas saludables, con acción antiinflamatoria, que promueve la reducción de los niveles de colesterol “malo” LDL, en la sangre, ayudando a prevenir enfermedades cardiovasculares como infarto, angina y derrame”, señaló el portal.

Asimismo, indicó que “las almendras también son ricas en antioxidantes que evitan la oxidación de las células grasas, ayudando a equilibrar los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre”.

Las almendras pueden ser compradas en los supermercados y tiendas de productos naturales. | Foto: Getty Images

Respecto al consumo, hay que señalar que se pueden encontrar almendras en el mercado durante todo el año, ya sean empaquetadas, enlatadas, con cáscara, peladas, crudas y/o tostadas y la cantidad ideal recomendada por día es de 30 gramos, que equivale a 25 unidades aproximadamente.

De igual forma, el portal portugués reveló que las almendras se pueden consumir al natural, siendo recomendable darle prioridad a la versión que tiene piel, ya que contiene más antioxidantes y fibras.

Información nutricional por cada 100 g de almendras

  • Energía: 643 calorías
  • Grasas: 56 g
  • Carbohidratos: 7,2 g
  • Proteínas: 21,6 g
  • Fibras: 12 g
  • Vitamina E: 24 mg
  • Vitamina B1: 0,21 mg
  • Vitamina B2: 0,75 mg
  • Vitamina B3: 2,2 mg
  • Vitamina B9: 49 mcg
  • Calcio: 270 mg
  • Potasio: 860 mg
  • Magnesio: 260 mg
  • Fósforo: 410 mg
  • Hierro: 4 mg
  • Zinc: 3,1 mg.
Las almendras se pueden usar enteras, fileteadas o picadas. | Foto: Getty Images

De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Por su parte, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, reveló algunos consejos para mejorar la salud del corazón:

1. Tener una dieta saludable: esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día; menos del 10 % de la ingesta calórica total debe ser de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas y se deben consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.

2. Realizar ejercicio: la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos; o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos, aunque, se vale también una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.

3. No fumar ni consumir tabaco: las sustancias químicas del tabaco pueden dañar el corazón y los vasos sanguíneos. El humo del cigarrillo reduce el oxígeno en la sangre, lo que aumenta la presión arterial y la frecuencia cardíaca, porque el corazón tiene que esforzarse más para suministrar suficiente oxígeno al organismo y al cerebro.

4. Beber alcohol con moderación: para los adultos sanos, esto significa hasta una copa por día para las mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65 años, y hasta dos copas por día para los hombres menores de 65 años.