La Organización Panamericana de la Salud (OPS) menciona que la diabetes es una enfermedad que se desarrolla por los altos niveles de azúcar en la sangre, “que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios”.

Por su parte, la presión arterial alta es la fuerza que ejerce la sangre sobre las arterias, que, por tal razón, la Clínica Mayo señala que “el corazón debe trabajar más para bombear sangre”.

De ahí que, la revista Cuerpomente las describa como dos enfermedades que son silenciosas porque sus síntomas generalmente no son perceptibles. Por esto, asegura que se debe tener una alimentación apropiada para mantener tanto la presión arterial controlada como los niveles de glucosa, señalando que plantas como la Stevia son favorables para esto.

Stevia, un edulcorante natural

Por su parte, Tua Saúde a través de la nutricionista Tatiana Zanin en un artículo, asegura que la stevia es un edulcorante que se obtiene de la planta Stevia rebaudiana bertoni, considerada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) “segura”, que se encuentra en varias presentaciones, ya sea en polvo, líquido, y demás.

Entre sus beneficios principales se encuentra la pérdida de peso, por el bajo índice calórico que la compone; la regulación del apetito, y el aumento del colesterol HDL.

Esta planta tiene muchas propiedades. | Foto: Getty

A esto se suma Cuerpomente, que menciona a través de Jordi Cebrián, que es un alimento que endulza más que el propio azúcar; sin embargo, tiene propiedades hipoglucemiantes y antihipertensivas combatiendo la hipertensión y la diabetes, respectivamente.

No obstante, se debe tener presente que se debe consumir en dosis muy bajas porque de lo contrario tiene un efecto amargo. Asimismo, si su uso es para regular el azúcar y la presión arterial, es importante siempre consultar con un profesional de la salud porque puede causar hipotensión.

Los peligros de la hipertensión y la hipotensión

Un artículo de AARP explica que hay una correlación entre la hipertensión y la demencia. Todo esto se determinó por un estudio publicado en la revista JAMA en donde 1.700 personas fueron estudiadas por 24 años para corroborar el impacto que tiene la presión arterial sobre el cerebro.

Los resultados aseguraron que quienes se encontraban en una edad entre los 44 y 66 años de edad y tenían un diagnóstico de hipertensión estaban en un 49 % de riesgo de sufrir demencia y deterioro cognitivo leve.

La hipertensión puede causar serios inconvenientes de salud, especialmente afectar el corazón. | Foto: Getty Images

No solo la hipertensión fue protagonista, sino la hipotensión, ya que quienes tuvieron presión arterial baja luego de tener alta, elevaron las posibilidades de deterioro cognitivo leve (65 %).

Lo anterior se explica porque la fuerza que ejerce la sangre en las arterias es dañina para los vasos sanguíneos del cerebro y esto impide un flujo sanguíneo óptimo.

Los riesgos de padecer diabetes

Los factores de riesgos pueden ser muchos, pero los que más se destacan son los antecedentes familiares y ambientales, dice la institución de ciencia y salud americana. Según la Fundación Española del Corazón, la deficiencia de vitamina D puede aumentar los riesgos de padecer diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

El Ozempic es recetado para tratar adultos con diabetes tipo 2 que se usa una vez a la semana. | Foto: Getty Images

Es entonces que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) aseguran que la diabetes es una enfermedad crónica que altera la forma en que el cuerpo obtiene energía, ya que tras la descomposición de alimentos, la glucosa pasa al torrente sanguíneo, y es a través de la insulina que las células la obtienen, pero resulta que cuando se resisten a ella, provocan la conocida diabetes tipo II.

Existen tres clases de diabetes: el tipo I, el tipo II y la gestacional, esta última la sufren algunas mujeres durante el embarazo, y en muchos casos desaparece luego del parto. Además, una prediabetes se caracteriza por los altos índices de glucosa en el torrente sanguíneo sin que todavía se califique como diabetes.