Las diferentes actividades hacen la rutina diaria de las personas muy ajetreada. Ir al trabajo, hacer ejercicio, salir con la pareja, ayudar a los hijos con sus tareas escolares y otros compromisos, ocupan la agenda de las personas. Al final del día, el cuerpo necesita descansar y la mejor forma de hacerlo es dormir.

Los expertos recomiendan dormir al menos 6 a 8 horas en la noche. Las personas consideran que pueden reemplazar las horas de sueño realizando siestas durante el día, pero no es lo mismo.

Dormir es importante para mantener el cuerpo saludable. Cuando se duerme, las funciones del cerebro continúan activas. “El sueño es un complejo proceso biológico que le ayuda a procesar información nueva, mantenerse saludable y a sentirse descansado”, explica Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Mientras las personas duermen el cerebro pasa por cinco fases diferentes del sueño. Cada una de ellas ayudan a que el cuerpo se sienta más descansado y con energía para el día siguiente. En palabras de Medline Plus, a continuación, los beneficios de las fases del sueño:

  • Sentirse descansado y con energía al día siguiente.
  • Aprender información, hacer reflexiones y formar recuerdos.
  • Descansar el corazón y el sistema vascular.
  • Liberar más hormona del crecimiento, que ayuda a los niños a crecer. También aumenta la masa muscular y la reparación de células y tejidos en niños y adultos.
  • Liberar hormonas sexuales, que contribuyen a la pubertad y la fertilidad.
  • Evitar enfermarse o a mejorarse cuando está enfermo, creando más citoquinas (hormonas que ayudan al sistema inmunitario a combatir varias infecciones).

Los expertos recomiendan dormir entre 6 a 8 horas al día. Sin embargo, se debe tener en cuenta que cada persona tiene un estilo de vida diferente. No obstante, la Biblioteca explica que hay algunos rangos generales, que varían, según cada edad.

  • Recién nacidos: 16-18 horas al día
  • Niños en edad preescolar: 11-12 horas al día
  • Niños en edad escolar: por lo menos 10 horas al día
  • Adolescentes: 9-10 horas al día
  • Adultos (incluyendo adultos mayores): 7-8 horas al día

No dormir las horas suficientes puede tener efectos perjudiciales para la salud de las personas. Cuando el cuerpo está cansado, no rinde el 100 % durante el día. El sueño es importante porque ayuda pensar con claridad y tener mayor concentración.

“La pérdida de sueño daña los niveles superiores de razonamiento, resolución de problemas y atención a los detalles”, señala el Dr. Merrill Mitler, experto en sueño y neurocientífico del NIH (Institutos Nacionales de Salud). Esto aumenta el riesgo de sufrir accidentes de tránsito, cambios de humor, ansiedad y depresión.

Además del cerebro, existen otros efectos negativos en el organismo de las personas que no duermen las horas suficientes. Las investigaciones señala que la falta de sueño aumenta el riesgo de padecer obesidad, enfermedades del corazón, presión arterial alta, accidentes cerebrovasculares y enfermedad del riñon.

“Investigaciones actuales demuestran que una falta de sueño puede producir condiciones parecidas a la diabetes en personas que de otro modo son saludables”, explica el Dr. Mitler. Esto se debe a que mientras el cuerpo duerme, se liberan hormonas que ayudan a controlar el uso de la energía en el cuerpo, estos cambios hormonales pueden afectar el peso corporal. En el caso de los niños esto es grave, porque puede ocurrir que no se liberen las hormonas suficientes encargadas del crecimiento.

¿Cómo mejorar los hábitos de sueño?

Para algunas personas, dormir las horas suficientes es complicado debido a que trabajan en oficios nocturnos o donde hay un cambio constante de turnos. Para esto, Medline Plus señala algunas recomendaciones para mejorar el ciclo del sueño:

  • Tomar siestas y aumentar la cantidad de tiempo disponible para dormir.
  • Mantener las luces prendidas en su trabajo.
  • Limitar los cambios de turno para permitir que su cuerpo se ajuste.
  • Consumir cafeína sólo al comienzo de su turno.
  • Remover las fuentes de sonido y luz durante su descanso diurno (por ejemplo, usar cortinas que bloqueen la luz).