La glucosamina es una sustancia química que se encuentra en el cuerpo, el cual la utiliza para producir otras más, que se encargan de formar tendones, ligamentos, cartílagos y el líquido que rodea las articulaciones.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que las articulaciones están protegidas por el líquido y el cartílago que las rodea. La ingesta de glucosamina podría aumentarlos y ayudar a prevenir su degradación.

Las personas normalmente utilizan sulfato de glucosamina y clorhidrato de glucosamina para aliviar malestares como los generados por la osteoartritis. Esta sustancia también se usa para hacerle frente al dolor articular, la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple y muchas otras condiciones, pero no existe una buena evidencia científica que respalde estos otros usos, precisa la citada institución.

La glucosamina es fabricada por el cuerpo, pero cuando este no la produce de manera adecuada es precisamente cuando comienzan las afecciones anteriormente mencionadas, las cuales se manifiestan con dolor, edema y limitación articular.

Para tratar la artritis los especialistas recomiendan consumir alimentos ricos en Glucosamina. Foto: Getty images. | Foto: Foto: Getty images.

Los principales alimentos que contienen glucosamina y que ayudan a tratar muchas enfermedades degenerativas articulares que ocasionan dolor, son aquellos que provienen de fuente animal como los camarones, las langostas o el cangrejo, que pueden albergar esta sustancia en sus conchas y colas.

Hay muchas partes del mundo en las que se descartan esas partes porque son difíciles de masticar y digerir, pero se pueden usar moliéndolas y mezclándolas en las sopas, guisos, pastas, u otras recetas. En este caso se habla solo del uso de los cartílagos o exoesqueletos.

La glucosamina se produce naturalmente en todas las formas de cartílago sano. Por ejemplo, en las orejas de un animal, en su hocico y en los tejidos de las articulaciones, aunque son partes que no son muy demandadas para su consumo.

Según el portal Fisioterapia Online, existen estudios que indican que la glucosamina se encuentra en carne, pollo y en el cerdo. Precisamente, carnes tradicionales y populares como el queso de cabeza de cerdo y las menudencias, que se pueden agregar a preparaciones como guisos o sopas, pueden proporcionar mucha glucosamina.

¿Qué beneficios tiene esta sustancia?

Cuando se consume de manera natural, es decir, cuando se ingiere mediante la alimentación, tiene beneficios para las articulaciones y para tratar los procesos degenerativos que suelen afectarlas por causas como movimientos repetitivos, golpes o simplemente por el envejecimiento.

Sin embargo, también existen suplementos como el sulfato de glucosamina que es administrado oralmente y es una sustancia artificial capaz de combatir la instauración de procesos inflamatorios y el dolor, así como la limitación del movimiento producto de la lesión del cartílago.

Los mariscos son una de las principales fuentes de glucosamina.

El instituto Mayo Clinic indica que el uso del sulfato de glucosamina por vía oral podría brindarles a las personas que padecen de artrosis en la rodilla cierto alivio del dolor.

“En algunas investigaciones se puede apreciar que también podría hacer más lenta la degeneración de la articulación de la rodilla provocada por la artrosis. Se necesitan estudios adicionales para determinar los beneficios del sulfato de glucosamina como suplemento para la artrosis de la cadera, la columna vertebral o la mano”, precisa la citada fuente.

Por su parte, el clorhidrato de glucosamina, que es otro suplemento, podría reducir el dolor asociado a la artritis reumatoide.

Precauciones

Debido a que los productos de glucosamina pueden derivar de las conchas de los mariscos, existe la preocupación y el riesgo de que los mencionados suplementos puedan causar una reacción alérgica en personas que no toleran estos alimentos. Adicionalmente, según los expertos, la glucosamina puede empeorar el asma.

También es posible que pueda aumentar la presión ocular. La recomendación de los especialistas es que si la persona tiene glaucoma, consulte con el médico antes de tomar estos productos.

Por último, la ingesta conjunta de sulfato de glucosamina y acetaminofén podría reducir la eficacia tanto del suplemento como del medicamento, por lo que lo ideal es evitar su consumo de manera conjunta.