El ácido úrico es un químico que se genera cuando el cuerpo descompone unas sustancias llamadas purinas, las cuales son producidas por el organismo de manera natural, pero que también se encuentran en algunos alimentos y bebidas.

Normalmente esta sustancia se disuelve en la sangre y viaja a los riñones y estos órganos la expulsan a través de la orina. No obstante, hay oportunidades en que el cuerpo produce demasiado ácido úrico o no lo elimina en cantidades suficientes, por lo que las personas pueden empezar a presentar inconvenientes de salud.

Cuando este químico se queda en altos volúmenes en el cuerpo, se pueden formar cristales en las articulaciones, lo cual puede generar inflamación y dolor y causar una enfermedad denominada gota, que se refleja inicialmente con la inflamación del dedo gordo del pie y se presenta especialmente en los hombres.

“La gota es una forma común y dolorosa de artritis. Produce hinchazón, enrojecimiento, calor y rigidez en las articulaciones”, precisa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Además del dedo del pie, esta afección puede impactar los tobillos, talones, rodillas, muñecas, dedos y codos. Existen algunos factores de riesgo que pueden incidir en el desarrollo de este padecimiento. Por ejemplo, si la persona es de sexo masculino, tiene antecedentes familiares de gota, tiene sobrepeso, consume alcohol o ingiere alimentos ricos en purinas.

El incremento de ácido úrico en la sangre genera dolor e inflamación en las articulaciones. | Foto: Montaje: Getty Images / Peter Dazeley

Si bien se trata de una enfermedad que normalmente requiere de tratamiento médico, existen algunos hábitos naturales que pueden ayudar a bajar el ácido úrico y de esta manera prevenir el desarrollo de cristales y como consecuencia que se desarrolle la gota. No obstante, siempre es importante consultar con el médico para determinar el tratamiento o recomendaciones a seguir.

Limitar el consumo de purinas. Estos compuestos están presentes en algunos alimentos y a medida que el cuerpo los descompone, produce ácido úrico. “El proceso de metabolizar los alimentos ricos en purina puede causar gota haciendo que el cuerpo produzca demasiado ácido úrico”, precisa un artículo del medio Medical News Today. Lo ideal es entonces reducir el consumo de alimentos que los contengan como la trucha, el atún, las carnes rojas, los fríjoles, arvejas, hígado, mollejas y alimentos y bebidas azucaradas.

Bajar de peso: Tener un peso saludable puede ayudar a reducir el riesgo de brotes de gota. La obesidad aumenta el riesgo de que se desarrolle esta enfermedad, especialmente en personas jóvenes. Sin embargo, la recomendación es que las personas pierdan peso de manera sostenible, pues cuando esto se hace con dietas drásticas o ayunos, puede generar efectos contrarios al incrementar los niveles de ácido úrico. Así las cosas, lo recomendable es llevar una dieta saludable y practicar actividad física de manera regular.

Si el cuerpo produce demasiado ácido úrico o si no logra eliminar cantidades suficientes, es posible que se acumule en el organismo formando cristales en las articulaciones o cálculos en los riñones. | Foto: Jodi Jacobson

Evitar el alcohol: El consumo elevado de alcohol y de bebidas azucaradas, como las gaseosas y los jugos, se correlaciona con un mayor riesgo de desarrollar gota, además de que pueden causar aumento de peso. Lo ideal es evitar el alcohol y consumir agua.

Suplementos de vitamina C: Tomar vitamina C puede reducir el riesgo de gota. Medical News Today cita un metanálisis de 2011 de 13 ensayos controlados aleatorios determinó que la vitamina C reducía significativamente los niveles de ácido úrico en la sangre, lo que ayuda a evitar los ataques de gota. “Sin embargo, las investigaciones no han demostrado de manera concluyente que la vitamina C trate o prevenga la gota, solo que reduce los niveles de ácido úrico”, señala la citada fuente.

Tomar café: El instituto de investigación Mayo Clinic indica que hay algunas investigaciones que asocian el consumo moderado de café con un menor riesgo de gota. Sin embargo, es posible que esta bebida no sea la indicada si la persona tiene otras afecciones médicas. Por ello, lo ideal es consultar con el especialista sobre la cantidad de café que se puede ingerir.