El cáncer es una enfermedad que se da por el crecimiento y multiplicación sin control de algunas células (cancerosas) en el organismo. Afecta a miles de personas a nivel mundial. Si se detecta a tiempo, el porcentaje de esperanza de vida es alto. Si no se detecta a tiempo, puede causar la muerte de forma muy rápida.
Existen dos tratamientos principales para combatir el cáncer, estos son la quimioterapia y la radioterapia. Los exámenes médicos regulares ayudan a evidenciar a tiempo la presencia de un cáncer. Existen muchos tipos; los más comunes son el de seno, el de estómago, el de hueso, el de hígado, el de piel, el de riñón, el de esófago y el de próstata.
También está el cáncer de cabeza y cuello y es un tipo de cáncer que “se desarrolla en la boca, nariz y los senos paranasales, glándulas salivales; y garganta y la laringe. La mayoría de los casos de cáncer de cabeza y cuello son cánceres de células escamosas. Comienzan en los tejidos húmedos que recubren la cabeza y el cuello. Las células cancerosas pueden propagarse a tejidos más profundos a medida que la afección crece”, indica MedlinePlus, la enciclopedia virtual de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Ante dicha preocupación, hay un estudio llevado a cabo por la Universidad de Sídney (Australia), en donde han rastreado la actividad diaria de más de 22 mil personas que normalmente no realizan ningún ejercicio físico.
Esta investigación se extendió por más de siete años y reveló que solo 4 minutos de actividad física puede reducir el riesgo de cáncer, así lo afirmó el portal web La Verdad Noticias.
También, detalló que Emmanuel Stamatakis, autor principal del estudio hecho, insinuó que los adultos sedentarios tienen un mayor riesgo de desarollar ciertos tipos de cáncer. No obstante, la tecnología portátil y los rastreadores de actividad, muestran el impacto que tiene el ejercicio en la vida cotidiana.
Los expertos excluyeron a los pacientes con antecedentes de cáncer y observaron su actividad mediante dispositivos de monitoreo de movimiento y el énfoque estuvo en las personas que no hacían ejercicio en el tiempo libre. Pues las actividades consistían en hacer tareas domésticas, caminar a paso ligero y subir escaleras.
Por consiguiente, el estudio reveló que los beneficios para reducir el riesgo de cáncer aumentan con más sesiones de ejercicio, incluso si duran menos de un minuto. De acuerdo al Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos, resaltó que esto sucede porque la actividad física limita la inflamación y ayuda a prevenir la obesidad.
La Organización Mundial de la Salud también explica que el ejercicio disminuye trece tipos de cáncer y recomienda al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada o 75 minutos de ejercicio intenso.
Además, destaca que los beneficios que trae el deporte en la salud física y mental de las personas son garantes de una calidad de vida óptima, funcional y esencial para las personas; así mismo, señalan que la actividad física contribuye a la prevención y gestión de enfermedades no transmisibles.
Por último, es necesario mencionar que el gran problema que se presenta en el mundo es que la mayoría de personas suele tener diferentes razones para no practicar alguna actividad física, que van desde la pereza hasta la falta de tiempo o una mala experiencia e incluso, cierto estigma por su apariencia y lo que piensen los demás.