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| Foto: Policía Nacional

JUSTICIA

Solo y en una inhóspita cabaña, así cayó el segundo del Clan del Golfo

Carlos Mario Tuberquia Moreno pasó por tres grupos armados al margen de la Ley. Era el hombre más cercano de alias Otoniel y tenía a su mando siete estructuras criminales del Clan del Golfo.

7 de agosto de 2018

Carlos Mario Tuberquia Moreno, alias Nicolás, se había despojado de todas sus lujos para esconderse de la justicia: mujeres, haciendas, carros. De no ser porque usaba un perfume Creed Aventus, su único objeto de valor, los uniformados que lo capturaron en una inhóspita cabaña en el municipio de San Carlos, no habrían terminado de creer que estaban frente al mismo hombre a cargo de ejecutar las sanguinarias órdenes de Otoniel, el jefe del Clan del Golfo, y que ayudó dar cumplimiento a la escalofriante escalada de asesinatos a policías. 

La Policía Antinarcóticos logró llegar hasta él por una fuente que reveló su ubicación. Le habían seguido la pista durante décadas, ya que era uno de los hombres que venía de vieja data acompañando a Dairo de Jesús Úsuga en el despliegue de su plan criminal por todo el país. Desde las 8 de la mañana del domingo, la fuente, una persona cercana a alias Nicolás, empezó a dar las coordenadas para su ubicación mediante mensajes de texto.  

Los uniformados fueron guiados primero a Guatapé y después al municipio de San Carlos. Con las características de la cabaña donde estaba ubicado, los agentes de la Policía continuaron la persecución a ciegas porque al área donde está escondido no llegaba la señal de telefonía. El lugar indicado era una pequeña guarida, construida en ladrillo. Nada que ver con las lujosas fincas en las que ha vivido en los últimos años. No tenía anillos de seguridad. Su ubicación solo la sabía un puñado de personas cercanas a las que solo les abría la puerta para enviar mensajes. 



Seis hombres del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Antinarcóticos ingresaron a la cabaña, y alias Nicolás, uno de los hombres más temibles del Clan del Golfo, quedó en shock. No logró ocultar su temor por estar por primera vez capturado. Fue presentado ante un juez de Medellín por los delitos de 
concierto para delinquir agravado, terrorismo, homicidio y amenazas; la audiencia se llevó a cabo a puerta cerrada. 

En su dossier criminal hay delitos que dan cuenta de su paso por tres grupos criminales. De acuerdo con la investigación, fue
integrante del EPL, después, hizo parte del bloque Centauros de las AUC. Ahora, como segundo hombre del Clan del Golfo, tenía a su cargo por lo menos siete estructuras criminales en Antioquia, Chocó y Meta. 

Es probable que antes que responder en Colombia, primero sea enviado a Estados Unidos para que afronte dos pedidos de extradición que cursan en su contra. El primero, por una corte del sur de La Florida y el segundo por una corte de New York. 

En la cabaña no llevaba mucho tiempo, la había alquilado hacía pocos días. Allí tenía en su poder 8.400.000 de pesos y dos celulares blackberry. Estaba solo. 

Entre sus víctimas, figuran varios particulares, investigadores del Gaula Medellín y el capitán del Ejército Nacional Andrés Lugo López, asesinado en marzo de 2016, durante el paro armado con el que los urabeños (antiguos integrantes del Clan del Golfo) aterrorizaron a 36 municipios del país. El oficial fue baleado cuando se encontraba de vacaciones con su familia.

Alias Nicolás es considerado uno de los hombres más violentos del país, tenía en su mesa de noche tres libros de investigación periodística. Estaba prácticamente desconectado del mundo exterior para intentar en algo proteger a su familia, alertada por el enorme despliegue de las autoridades en contra del Clan del Golfo.