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4 de diciembre de 2010

Movimientos en Publicaciones Semana
 
N. de la R. Debemos registrar con pesar que, después de 13 años de trabajar en la revista Dinero, los últimos nueve como directora, la economista uniandina Rosario Córdoba se retiró para afrontar un nuevo e interesante reto en su exitosa carrera. A partir de ahora será la presidenta del Consejo Privado de Competitividad, un organismo clave para el desarrollo del país. La buena noticia es que la dirección de Dinero ha sido asumida por Paola Ochoa, una joven profesional con una brillante gestión en los medios, pues fue editora económica de SEMANA y últimamente se viene desempeñando como periodista de esa especialidad en la cadena Caracol y como colaboradora en el programa El Radar, de Caracol Televisión. Igualmente, debemos reseñar el sensible retiro de Alfonso Cuéllar del cargo de editor jefe de SEMANA, quien nos dejó para asumir un importante cargo en la embajada en Washington. En su paso por esta revista, Alfonso dejó testimonio de su profesionalismo y calidad humana.
 
 
Esperanzas por un futuro mejor

Aunque no nací en la hermosa tierra del Triángulo del Café, soy hijo de ‘andariegos’ paisas, de esos que salieron, poblaron y están haciendo patria por fuera de este paraíso como es la región cafetera. Me siento muy orgulloso de ser colombiano, de conocer, caminar y valorar esta región. Los felicito por tan excelente trabajo, qué maravilla de fotos, reportajes, de historias... y que chévere ver con estas publicaciones que nos falta conocer mucho más nuestra patria, sus municipios, sus gentes, su trabajo, sus alegrías, sus tristezas pero sobre todo llena de esperanza por un presente mejor.

Jaime Arturo Báez Agudelo
Bogotá


Gazapo histórico

Recibí el Niño Dios anticipado, una suscripción a la revista SEMANA, llegó puntual y su artículo central, ‘Ranking de Presidentes’ (edición #1490), me dejó desolado. Los alegres muchachos que integraron el ‘jurado calificador’ o ‘académicos ilustres’ cometieron un gazapo histórico imperdonable: ¿cómo así que ubican a un golpista como José Manuel Marroquín en ese ranking? Él no fue Presidente constitucional, nunca se le reconoció ese honor, lo suyo fue un golpe de Estado contra un Presidente legítimamente electo, el vallecaucano y buguense, Manuel Antonio Sanclemente. Si los indicadores de desempeño de los académicos son los referidos, entonces, Sanclemente sería el primero en prestancia moral, respeto al Estado de derecho y desempeño en el contexto de la época.

Henry Delgado Rivera
Bogotá



Si los incas pudieron…

SEMANA es una revista pluralista y con grandes aciertos en investigaciones políticas, económicas, sociales, judiciales, etcétera. Vivimos a plenitud el calentamiento global y la imprevisión de los entes gubernamentales. Prevenir desastres es labor titánica, pero como en el caso de Armero, en el de los volcanes Machín o el Galeras en Pasto, donde van más de 20 años de angustiante expectativa, no se ven soluciones de reasentamiento. Como plantean en su edición #1490, en Bogotá, como en el resto del país, se debieron prever estas inundaciones, anunciadas desde hace tiempo por el Ideam. Los incas, hace seis siglos, evitaron la desaparición de sus planicies y su cultura.

Bernardo Andrade Tapia
Ipiales



El Callejón de los Milagros

En su edición #1488 se publica el artículo El ‘Cerrado’ colombiano, sobre la aplicación en los Llanos Orientales del ‘milagro de El Cerrado’, un modelo adoptado por Brasil. Ese desarrollo se basa en el cambio de uso de la tierra de sabanas y bosques de galería a monocultivos industriales de soya, trigo, caña de azúcar, palma africana, caucho y pulpa para madera, por medio de la adecuación de tierras que requiere aplicación de insumos agroquímicos.

De lo que no habla es de cuáles han sido los costos ambientales del modelo brasileño, de la contaminación de cuerpos de agua, la erosión y degradación de suelos, la pérdida de biodiversidad terrestre y acuática (incluidas especies pesqueras), y mucho menos de los costos sociales de extrapolar estos milagros a nuestra realidad nacional. La intensificación asociada con el milagro brasileño pone en peligro los modelos de desarrollo agroforestales y de sabanas de las comunidades autóctonas. Este milagro corre el riesgo de menoscabar regímenes tradicionales de tenencia de la tierra, desplazar a los propietarios, y concentrar aún más los beneficios de corto plazo en los capitales industriales.

Dado que en Colombia la cuestión agraria se sitúa en el centro del conflicto, ¿queremos replicar un modelo que solo tenderá a acrecentarlo? ¿Queremos promover una lógica agroindustrial de privatizar las ganancias y dejar que las pérdidas de biodiversidad, de equidad y de acceso a proyectos productivos sean asumidas por la sociedad? Ante el espejismo de un incremento en el PIB y la supuesta creación de empleos, ¿es consciente el gobierno de cuáles son los beneficios y costos socioeconómicos y ecológicos que derivarán los llaneros de este modelo? ¿Cuál será el futuro de los más de 28.000 hogares que viven en unidades agrícolas de no más de 100 hectáreas?

Los paisajes productivos tropicales deben ser diseñados de manera participativa, justa y transparente con todos los grupos de interés, reconociendo valores irreemplazables como su riqueza sociocultural y biológica, además del bienestar de sus habitantes. Un desarrollo basado en esta aproximación, en la cual el gobierno lidere procesos concertados de investigación interdisciplinaria y gestión intersectorial para la elaboración de escenarios de usos del paisaje y sus recursos, sería el comienzo del milagro que sí merece la Orinoquia.

Claudia Romero, Liliana Dávalos, Mónica Castro, Dolores Armenteras y John García
Bogotá


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