De la Iglesia Metodista

El último artículo de Caballero, el cual comparto en su mayor parte, usa palabras inadecuadas, decir que Bush es un fundamentalista religioso o fanático, no corresponde y es irrespetuoso para con él y con su Iglesia. Bush no es presbiteriano, como parece insinuar Caballero, ni tampoco es bautista como el predicador Billy Graham, el más grande evangelista de los últimos tiempos. Estas dos últimas Iglesias son muy respetables en sus 400 años de historia, pero Bush no pertenece a ellas, él es miembro en plena comunión de la Iglesia Metodista.

La Iglesia Metodista tiene 250 años de historia y más de 70 millones de miembros en el mundo, tiene además universidades, clínicas y en general, una inmensa red de asistencia social, predicamos a Cristo como fuente de felicidad; la obra de Dios en nuestras vidas es perfeccionar nuestro corazón (interioridad) llenándolo de amor y de esperanza. Las muchas otras cosas en que creemos están contenidas en dos libros grandes y gordos. La Biblia y nuestra Disciplina. La Iglesia Metodista lidera a nivel mundial una campaña que busca que los países ricos perdonen la deuda externa de los países pobres (Jubileo), que se quiten los embargos comerciales a Cuba y en general, se esfuerza por difundir principios y valores cristianos; no sé si esto lo sepa Caballero. No comparto aquello que ha dicho Bush, del bien contra el mal, pero dudo que esté Caballero libre de pecado, para lanzar tremendas piedras. Es difícil desligar a Bush de la institución que representa, pero lo serio es hacer el deslinde.

Tengo inmenso aprecio por los artículos de Caballero y Gómez Buendía, algunos los he pegado en la cartelera de mi iglesia. Me preocupa el desconocimiento que se tiene en Colombia, de las personas no católico romanas. En general, he visto en la prensa, que cuando se trata de hablar del pueblo protestante, se cometen monumentales errores teológicos y doctrinales.

Me gustaría que en SEMANA y en toda la prensa de Colombia, se mostrara también la otra cara de la moneda, la visión de los que no somos romanos. Tal vez podamos entender mejor el mundo pues no todos los países han sido consagrados al Sagrado Corazón de Jesús o a Nuestra Señora de los Milagros y máxime hoy en día, donde la aldea global está tratando de entender el fenómeno religioso como algo relacionado con la modernidad.