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LA PENA DE MUERTE

20 de diciembre de 1999

Estoy parcialmente de acuerdo con lo que el columnista Alejandro Santos Rubino afirma en la
edición #914 de la prestigiosa revista SEMANA: "El objetivo real de la pena de muerte es más sicológico que
anticriminal". Digo parcialmente porque, además de sí ser sicológico, no deja de ser más anticriminal. Quiero
decir que si los delincuentes o asesinos matan sin pensar en el castigo que puedan recibir, como también
afirma, es porque saben que no van a ser condenados a muerte. Peor aún en nuestro país, donde la
delincuencia difícilmente es condenada con justicia. Por otra parte, no se puede saber con certeza si
disminuiría o no el índice de criminalidad teniendo presente la pena de muerte, hasta no determinarla. Y si
la pena de muerte sirve para que la sociedad se sienta bien consigo misma y en algunos casos para consolar
a los parientes de las víctimas, ¿por qué no nos dan el gusto de tener ese consuelo y de sentir que se hizo
justicia? Ya para terminar, no creo que en Colombia habría un Pedro Navajas en cada esquina si existiera la
pena de muerte, y yo sí andaría tranquilamente.Yazid FahikIsla Margarita, Venezuela (Vía Internet)

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