Parece que el cónsul de Colombia en Singapur, Julio Enrique Acosta Bernal, está metido en tremendo lío. El 14 de julio del año pasado, cuando conducía su auto, tuvo un accidente que dejó un herido y la policía determinó que olía a alcohol pero que no se había dejado hacer la prueba. El pasado mes de junio el jefe de protocolo del Ministerio de Asuntos Extranjeros de Singapur, Chin Hock Seng, le escribió al embajador colombiano en Indonesia, Luis Fernando Angel, informándole que el cónsul Acosta había sido denunciado de haber cometido el delito de "ultraje contra el pudor" de una mujer en su propia oficina. La cancillería de Singapur le pidió al embajador que se le levantara la inmunidad diplomática al funcionario para facilitar la investigación de la policía.