CONFIDENCIALES

Pésimo negocio

22 de diciembre de 2018

La venta del avión presidencial de México por el recién elegido López Obrador puede convertirse en uno de esos gestos populistas que no sirven para nada. Al comprarlo pagaron por él 218,7 millones de dólares y en el mejor de los casos lo pueden vender perdiéndole unos 100 millones de dólares. A ese valor habría que agregarle, según el columnista Alberto Bernal, una multa de 90 millones de dólares por incumplir el contrato de leasing. Y como es seguro que el próximo presidente no va a querer volar en avión de línea, va a terminar comprando otro avión nuevo. En resumen, saldrá más caro el remedio que la enfermedad.