Enderezó la situación

En materia de elecciones hay una regla de oro: nadie puede ganar cuando su imagen desfavorable es mucho más alta que la favorable. El presidente Santos en septiembre enfrentaba esta maldición cuando en la encuesta de Gallup tuvo un 21 por ciento favorable y un 72 por ciento desfavorable. Es decir, más de tres a uno. Posteriormente, en octubre en la encuesta Gallup, el desfavorable pasó a ser cerca de dos a uno con un 29 por ciento y un 63 por ciento. Y en la última encuesta de Ipsos Napoleón Franco de noviembre, obtuvo prácticamente un empate entre la imagen favorable y la desfavorable con un 44 por ciento y un 46 por ciento respectivamente. No se ve imposible que en la próxima encuesta la imagen favorable supere a la desfavorable.