UTILIDAD INSOSPECHADA

23 de enero de 1995

Los famosos narcocasetes con conversaciones telefónicas entre Alberto Giraldo y los hermanos Rodríguez Orejuela se convirtieron en pieza clave de la cooperación judicial entre la Fiscalía colombiana y la justicia de Estados Unidos. Un proceso por narcotráfico contra Miguel Rodríguez en Luisiana se basa en una grabación telefónica con su voz obtenida por la DEA. El juez del caso necesitaba cotejar dicha voz y preguntó a la Fiscalía colombiana si tenía alguna grabación de ésta debidamente certificada. Como Alberto Giraldo declaró ante la Fiscalía que, en los narcocasetes, tanto su voz como las de Gilberto y Miguel Rodríguez eran auténticas, la parte de la cinta con la voz de Miguel fue enviada al estado de Luisiana, donde se confirmó por medios electrónicos que era la misma persona. Por cuenta de esto se le dictó medida de aseguramiento al señalado jefe del cartel de Cali.