El mercurio fue usado por civilizaciones anteriores como medicina y fertilizante. Ahora sabemos que es perjudicial para la salud y el medio ambiente. | Foto: Getty Images

ORIGEN

La génesis del mercurio

¿Sabía que su nombre viene de un dios romano? Descubra otros datos sorprendentes sobre la historia de este metal.

25 de julio de 2018

Mercurio era el dios romano conocido por su velocidad y movilidad. El mensajero de los dioses. Así le decían en la antigüedad a la plata líquida justamente por su movilidad. Es un elemento natural presente en el aire, el agua y el suelo. Su símbolo químico, Hg, proviene del término griego hydrargyros, que traduce aguaplata o plata líquida. Y así, líquido como el agua y brillante como la plata, el mercurio cautivó a la humanidad. En la época de la alquimia asiática se creía que este metal estaba relacionado con la piedra filosofal, “pensaban que era la fuente de la eterna juventud o la cura para algunas enfermedades. Así murió mucha gente”, explica el biólogo y químico Nicolás Rojas.

El mercurio es un componente de la corteza terrestre que no se mezcla con los otros elementos que la conforman. A veces salen hileritas de mercurio de ciertas rocas, pero lo más común es que en la naturaleza se encuentre como un mineral rojo llamado cinabrio o barmellón (es 85 por ciento mercurio y 15 por ciento azufre).

El cinabrio se encontró en las pinturas antes de Cristo, en las cuevas Çatalhöyük, en Turquía. También en sepulturas latinas en Perú y México. En Roma se traía de las minas españolas de Almadén y se usaba para pintar las paredes de la gente más rica. Al machacarse o calentarse, brotaba la plata líquida.

Según datos del documento Convenio de Minamata: así actúa Colombia frente al mercurio, de la WWF, se han encontrado vasijas con mercurio en tumbas egipcias de 1.500 años a. C. “En el antiguo imperio chino, recetaban mercurio para prolongar la vida, curar fracturas y conservar la buena salud”. En la India se usaba como afrodisiaco, los árabes trataban con este metal las enfermedades de la piel, los italianos ahuyentaban a los piojos y sanaban la sarna, y en algunos lugares, los agricultores fertilizaban sus cosechas con mercurio. Así, sus legendarios poderes mágicos se expandieron por el mundo hasta que llegó a la medicina. Durante el siglo XV fue recetado como tratamiento para la sífilis, pero los índices de mortalidad aumentaron.

El voz a voz de sus efectos adversos se fue regando por el mundo hasta que en el siglo XVI empezó a disminuir su uso. En 1557, el científico francés Jean Fernel fue el primero en describir los síntomas de envenenamiento con mercurio.

Este químico se solidifica a -38,83 °C y ebulle a 356,73 °C, valores que son muy bajos para un metal. “Por eso, dice Rojas, es el único que es líquido a temperatura ambiente”.

Bello, brillante. Perjudicial para la salud y una amenaza ambiental. La peor cara del mercurio es ser una neurotoxina. Esto significa que es neurológicamente destructivo y causa efectos adversos en el sistema nervioso.