Estos pastelillos a base de arroz glutinoso o harina de arroz, son típicos de la cultura japonesa. | Foto: Cortesía LaValentina Design

GASTRONOMÍA

Los mochis japoneses también se comen en Bogotá

Este milenario postre conquistó el paladar de los colombianos. Además de rellenos de fríjoles, como es la tradición, aquí se preparan con maracuyá y lulo.

25 de octubre de 2018

En la prefectura de Nara, ubicada en la región de Kinki al sur de Japón, el maestro Mitsuo Nakatani realiza mochis hace más de 20 años. Estos pastelillos a base de arroz glutinoso o harina de arroz, con relleno de fríjoles dulces, son típicos de la cultura japonesa. Para prepararlos de manera tradicional –en la actualidad se han industrializado– se requiere de tres personas. Nakatani y su ayudante golpean la masa rápidamente con mazos de madera, mientras otra persona marca el ritmo gritando “ichi, ni, san” (uno, dos, tres). Si no mantienen la concentración y trabajan sincronizados, las consecuencias para sus manos pueden llegar a ser dolorosas.

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Hoy día no se requiere de una ocasión especial para degustar este postre, se encuentra con facilidad en cualquier calle japonesa. Sin embargo, antiguamente familiares y amigos los disfrutaban en fiestas de año nuevo a manera de augurio para la prosperidad venidera.

Su proporción es parecida a la de una pelota de golf y tiene dos capas: una exterior, de textura y sabor similar al de los masmelos, y un centro compuesto de fríjol aplastado, originalmente. Con los años, esta receta se ha transformado y es común encontrarlos con relleno de helado, té verde, chocolate y trozos de fruta.

El particular sabor y la combinación de texturas lo han convertido en una tendencia gastronómica mundial. Este dulce nipón ha cruzado todas las fronteras y hace pocos años llegó a Colombia. Algunas importadoras ya lo tienen entre sus productos ofertados y son vendidos en cajas con ilustraciones de la cultura japonesa. En Bogotá, hay un pequeño local en el barrio Chicó (calle 90 con 11A), donde dos hermanas tomaron esta antigua tradición y la convirtieron en un proyecto de emprendimiento llamado `Mochi Mochi´.

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Se trata de Sofía y María Mallarino, dos bogotanas que viajaron a Japón hace diez años y se enamoraron de este postre milenario. Después de deslumbrar a los invitados en las cenas familiares, hace unos meses decidieron crear la primera tienda especializada en mochis de helado en la ciudad. Hoy cuentan con más de diez sabores entre los que se destacan los tradicionales como lychee y té verde y la apuesta colombiana: maracuyá y lulo.