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AQUI Y AHORA

La Transvanguardia toma cuerpo en Europa a través de figuras como Chia y Clemente.

25 de junio de 1984

Cuando en 1980 Achille Bonito Oliva proclamaba en Italia un manifiesto internacional la celebración de la Transvanguardia, reagrupaba al mismo tiempo, artistas que se alineaban dentro del contexto, sujetos a un violento regreso de la subjetividad; un camino a la expresión personal, una liberación sobre las inhibiciones y una nueva actitud en el arte.
Algunos pintores italianos revisaban las obras de Carrá, De Chiricó, Picasso, Braque y Chagall, más por sus estilos, que por la obra en sí. Con la Transvanguardia regresaban a la imagen como referencia de las formas pictóricas "históricas". Buscaban la primera visión que el pintor capta al entrar en lo vivo del sujeto y enfrentarse al dessin. Dimensión respiratoria de un ritmo biológico, desencadenado y coherente, que hace referencia del pasado, sin por lo tanto, retomarlo en la expresión de su contexto exacto.
La Transvanguardia interfiere y pretende afirmar un nuevo valor al trabajo plástico y el placer de pintar, pareciera decir: aquí y ahora. Chia y Clemente son frecuentemente asociados dentro de este fenómeno artístico, aparecido a finales de los años 70 y concretizado en el manifiesto de Oliva en el 80 dentro de la escena del arte internacional. Pintores, dibujantes, grabadores, van de la tela al muro, el papel, la litho y el grabado con gran libertad y en una simple búsqueda de la memoria y la belleza de los acentos tradicionales, transmitiendo el carácter esencial y la dimensión plástica que cada uno capta. Contestada por unos, aceptada por otros, la Transvanguardia va tomando cuerpo sólido a través de Europa, Escandinavia, USA y Latino América. Chía expone actualmente en Artcurial y el Museo de Arte Moderno de París. Pintura y grabado. Es considerado como uno de los más importantes pintores del movimiento. A los que hay que añadir artistas con renombre internacional como Clemente, Cucchi, el grupo Avant comme Avant en Francia, el argentino Horacio Cordero, Kieffer y Penck en Alemania, Schnabel en USA y el rumano Baselitz. Todos alimentados por la espontaneidad y en búsqueda de restituir la escritura del arte y su visión moderna.