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"La música no necesita visa"

Próximo a presentarse en Bogotá el 11 de junio, el cantante de 77 años Ibrahim Ferrer habló con SEMANA de su música, sus nietos y bisnietos y del embargo musical a Cuba.

6 de junio de 2004

SEMANA: Es extraño que a un artista le llegue la fama mundial después de los 70 años. ¿Por qué cree que la vida ha hecho algo tan curioso con usted?

Ibrahim Ferrer: No lo sé. La vida es un misterio y muchas veces nos depara sorpresas que uno no puede ni imaginar. Yo soy un hombre agradecido. Para mí es parte del destino que cada uno tiene; por eso aunque yo siempre luché por conseguir lo que quería, nunca me volví loco al no conseguirlo. Pienso que lo que tiene que llegar siempre llega.

SEMANA: Usted fue cantante de la orquesta de Beny Moré y también de Los Bocucos. ¿Cómo era la vida cotidiana de cantante en esas épocas?

I.F.: Ya se imagina usted cómo, siempre de aquí para allá, trasnochando. Era una vida bohemia, se bebía mucho y se trabajaba mucho, yo la recuerdo como una vida feliz.

SEMANA: ¿Cómo ha cambiado hoy?

I.F.: Para mí, completamente. En aquellos años no era cantante principal, le diré sin pena que yo hacía coros y muy pocas veces tuve oportunidad de hacer la primera voz. Hoy en día todo es diferente. Soy un músico reconocido, las condiciones de trabajo han cambiado completamente para mejor, incluso me hacen entrevistas en todo el mundo. como ésta. Ahora déjeme decirle que aunque mi vida ha cambiado, Ibrahim como persona no lo ha hecho. Esto se lo puede decir mi mujer. Con ella juntos hemos pasado lo regular, lo bueno, lo malo, de todo juntos y no hemos cambiado.

SEMANA: Usted ha dedicado sus dos últimos discos a sus siete hijos, 14 nietos y cinco bisnietos. ¿Cómo se siente con toda esa descendencia?

I.F.: ¡Feliz! de tener la familia que tengo, de ver cómo es su comportamiento con los demás, de cómo se desarrollan en la vida. No puede haber mayor satisfacción para un hombre junto a su esposa que ver crecer a los suyos y formar sus propias familias.

SEMANA: En el último año le dieron dos premios, el Grammy latino y el internacional, pero no pudo ir a recibirlos porque le negaron la visa. ¿Qué opinión le merece el veto político a los artistas cubanos?

I.F.: Me hubiera gustado asistir pues mi público allí me ha demostrado su cariño y hubiera sido una forma de agradecerles una vez más este reconocimiento. La música no tiene nada que ver con la política, yo siempre digo que la música no necesita visa ni tiene pasaporte.

SEMANA: Ha cantado con Omara Portuondo en una versión de 'Silencio'. También en un disco de la banda juvenil Gorillaz. ¿Con qué otro artista le gustaría grabar?

I.F.: Me gustaría grabar con muchos músicos, pero para mí lo principal es que ellos quieran grabar conmigo, que realmente les guste lo que hago. Con Omara es punto y aparte pues hacemos muchas cosas juntos y tenemos una relación muy cercana. Con Gorillaz, bueno, conocí a

Damon Albarn y me gustó su forma de ser, nos entendimos enseguida y fue todo un placer grabar juntos. También he grabado con un músico africano que admiro mucho, Youssou N'Dour.

SEMANA: ¿Qué recuerdos tiene de sus compañeros del Buena Vista Social Club ya desaparecidos, Compay Segundo y Rubén González?

I.F.: Con Compay no tuve tanto trato, pero lo recuerdo como un magnífico músico y como una excelente persona. De Rubén tengo infinidad de recuerdos; nosotros estuvimos girando tiempo e incluso en los primeros tiempos compartíamos el mismo cuarto cuando viajábamos. Rubén era un hombre muy inquieto; si llegábamos a un hotel y había piano corría hacia él y se sentaba y estaba horas tocando. Como persona, y perdone la expresión, era "tremendo jodedor", como decimos en Cuba.

SEMANA: ¿Cuál es el secreto para cantar bien un bolero?

I.F.: El bolero es mi debilidad. El bolero siempre tiene un mensaje, siempre nos enseña algo y nos hace sentir. Yo no tengo secretos para nada pero lo que sí puedo decir es que cuando canto un bolero lo hago con el corazón... y con mucho deseo.