Preservar es Crear

LAS LADERAS Y LOS macizos circundantes de la cordillera de los Andes están rodeados de una abundante vegetación que se denomina "bosque montano" y que constituye una reserva vital para la conservación de las especies animales y vegetales que habitan la región. Pero también es una reserva de los recursos hídricos que de allí provienen.
Entre los 1.500 y los 3 000 metros de altura, en estos bosques la diversidad biológica es asombrosa. La riqueza de recursos que genera y la benignidad del clima explican por qué en estas zonas andinas los asentamientos humanos han sido tan frecuentes y tan prósperos en su tarea de supervivencia y progreso. Pero esta región ha sido poco estudiada en profundidad y su verdadera importancia no es muy bien conocida, quizás porque la divulgación al respecto ha sido francamente deficiente y escasa. En su preocupación por la preservación de los recursos naturales del país, el Banco de Occidente acaba de publicar un hermoso libro acerca de este importante territorio colombiano: "Bosques de niebla de Colombia", editado y diseñado por Cristina Uribe Hurtado.
No se trata tan sólo de un bello libro, aun cuando en sus fotografías se reconoce el valioso legado documental a las ciencias naturales del país. Es un libro de indudable valor científico y social. En definitiva, es un argumento sustancial para fortalecer la conciencia acerca de los delicados equilibrios ecológicos puestos en peligro y de cuya supervivencia depende el futuro de importantes sectores del país.