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El partido que los clubes Fenerbahce, de Turquía, y Budapest Honvéd FC, de Hungría, disputaron por la Liga de Europa en julio 30 de 2009, es uno de los 200 encuentros investigados por sospechas de fraude

FÚTBOL

Campeones del fraude

En el que ya es considerado el mayor fraude deportivo del Viejo Continente, las autoridades alemanas desmantelaron una poderosa mafia acusada de arreglar partidos en nueve países.

28 de noviembre de 2009

Un fantasma volvió a recorrer el panorama futbolero de Europa. Las autoridades alemanas pusieron al descubierto una poderosa red de apostadores acusada de arreglar más de 200 partidos en Turquía, Croacia, Eslovenia, Hungría, Bosnia, Austria, Bélgica, Suiza y Alemania, donde esta mafia trasnacional tenía su centro de operaciones.

Lo que comenzó con un operativo en varios países que dejó 15 detenidos, terminó por sacudir el fútbol del Viejo Continente. Las autoridades alemanas y la Uefa anunciaron que una mafia de apostadores había sobornado jugadores, técnicos, árbitros y funcionarios de diferentes ligas, con el fin de manipular resultados y obtener millonarias ganancias en apuestas en Europa y Asia.

"Es sin duda el mayor escándalo de la historia del fútbol europeo. Estamos consternados por la amplitud de la manipulación de esta banda internacional", dijo a los medios europeos Peter Limacher, jefe de los servicios disciplinarios de la Uefa, en referencia a este deshonroso episodio que involucra en su mayoría encuentros de divisiones inferiores, pero también algunos en primera división, realizados en 2008 y 2009.

El proceso de 'Bochum', como ya se conoce este escándalo por haber sido adelantado por la Fiscalía de esta ciudad alemana, encontró irregularidades en 32 partidos de la segunda división de ese país, 12 en la Liga de Europa, uno en la ronda clasificatoria de la Liga de Campeones y muchos más en divisiones inferiores de otros países. Turquía sería el país más afectado, pues están bajo sospecha 24 encuentros de la primera división.

Según las investigaciones, los integrantes de esta red jugaban grandes sumas en casas de apuestas legales e ilegales en busca, además de las acostumbradas fórmulas de ganador, perdedor o empate, de obtener altas sumas por acertar en variables tan difíciles como número de penas máximas, diferencia de goles, tarjetas amarillas o rendimiento de jugadores, entre muchas más. Se cree que esta red obtuvo ganancias superiores a 10 millones de euros.

"Es sólo la punta del iceberg", sentenció Andreas Bachmann, fiscal de la ciudad alemana de Bochum, después de la captura de los hermanos Milán y Ante Sapina, croatas residentes en Berlín y caras más visibles de esta red. De hecho, Ante ya habían sido condenado por su papel prominente durante el escándalo en torno al árbitro Robert Hoyzer en 2005.

Lo que quedó al descubierto con este nuevo escándalo es que los sistemas de alarma antifraude implementados por la Uefa están fallando y no han podido frenar las redes de apostadores que desde hace años hacen su juego en este deporte.

Hasta el momento el mayor escándalo de arreglo de partidos había ocurrido en 2006, cuando el llamado 'Calciopoli' dejó al descubierto una red que arreglaba partidos y compraba jueces en Italia. Tras la investigación, Juventus fue despojado de dos escuderos y enviado a la segunda división, junto a la Fiorentina.

Para algunos expertos, la única solución a la vista es aplicar sanciones como las que recibió Juventus en 2006. "Puede ser injusto, porque muchas veces el equipo no tiene que ver con los apostadores, pero es la única manera de comprometer a las instituciones a elegir bien y a que se blinden para evitar ser sancionados.", dijo a SEMANA el analista deportivo Carlos Antonio Vélez.

Hasta hoy, la ley europea concibe el crimen en las apuestas deportivas como simple soborno, lo que ha puesto trabas a un castigo ejemplar para los corruptos. Sin embargo, el partido conservador alemán CDU hizo una nueva propuesta donde incluye un nuevo crimen ya bautizado "Estafa deportiva".