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EL FANTASMA DE SENNA

Más de dos años después del accidente de Ayrton Senna,Frank Williams y otras cinco personas de la escudería tendrían que explicar ante la justicia su cuota de responsabilidad en la muerte del piloto brasileño.

30 de diciembre de 1996

Han pasado dos años y siete meses desde que el mundo del automovilismo perdió en la pista de Imola, Italia, a uno de los más grandes de todos los tiempos: Ayrton Senna. Sin embargo, la semana pasada el nombre del piloto brasileño volvió a ser noticia, pero esta vez no para rememorar sus hazañas, sino para volver sobre un tema que muchos creían clausurado: el accidente que le costó la vida.El martes de la semana pasada varias agencias de prensa y medios de comunicación de Italia informaron que el fiscal encargado de la investigación del accidente, Maurizio Passarini, había logrado por parte del juez que tiene el caso desde 1994, Diego Di Marco, el permiso para proceder al encausamiento por homicidio involuntario al propietario del equipo de Senna, Frank Williams, al responsable técnico de la escudería Patrick Head, a los directores de carrera Roland Bruinseraede, Federico Bendinelli y Georgio Poggi, y a uno de los mecánicos de la escudería. Según el fiscal, en el último año han surgido nuevas pruebas, que no pudo revelar, las cuales permitieron convencer al juez para encausar a Williams y a las otras cinco personas.A mediados de diciembre del año pasado, cuando se conocieron los resultados de los peritajes hechos al auto de Senna, en los que se concluía que la causa esencial del accidente había sido el rompimiento de la columna de la dirección, los medios de comunicación de todo el mundo ya habían especulado con la posibilidad de que acusaran a Frank Williams de homicidio involuntario. En esa ocasión se argumentó que el resultado de la investigación hecha por Enrico Lorenzini podría llevar a los tribunales a Williams, si el juez así lo consideraba. El informe afirmaba que la columna, que normalmente es una sola pieza de 70 centímetros de largo, había sido soldada y al quedar mal unidos los pedazos se partió en dos antes de la curva, lo que provocó que el auto siguiera derecho contra el muro. En ese entonces el equipo dijo que no comentaría nada hasta que hubiera un pronunciamiento oficial del juez.Durante los siguientes 12 meses el juez no volvió a referirse al asunto y la investigación parecía que no iba a llegar más allá del punto en el que había quedado en diciembre de 1995. Por eso la autorización que recibió el fiscal Passarini sorprendió a quienes pensaban que la investigación había muerto en los tribunales italianos. Un día después del anuncio de los nuevos indicios de encausamiento uno de los implicados, Bendinelli, director del grupo que opera la pista de Imola, se apresuró a decir a la Gazzetta dello Sport de Milán que "no tengo motivo de preocupación alguno porque soy inocente y por lo tanto sólo debo espera un juicio para esclarecer el caso". Hasta el cierre de esta edición, Williams y los demás miembros de la escudería no se habían pronunciado sobre el asunto.Por ahora todo es incertidumbre alrededor del caso, pues tendrán que pasar varias semanas, o incluso meses, antes de saber si el juez decide abrir un proceso judicial formal contra Williams y los demás. Algunos expertos afirman que las posibilidades de que alguien termine en la cárcel son escasas, pues es poco probable que se logre demostrar contundentemente quién hizo las modificaciones en la dirección. Sin embargo, de lo único que parece haber certeza absoluta es que mientras se encuentra un culpable el fantasma de Senna seguirá rondando por las pistas de Imola.