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LA LEYENDA ROJA

Ferrari, la fábrica de autos deportivos y de carreras más famosa del mundo celebra medio siglo de vida.

25 de agosto de 1997

no hay duda. Este es el año de Ferrari. No sólo porque hasta el domingo pasado, cuando se corrió el gran premio de Alemania, el germano Michael Schumacher era el líder de la clasificación mundial de pilotos, sino porque el equipo del corcel negro y los autos rojos ocupa por primera vez en muchos años el liderato del campeonato mundial de constructores. Este ha sido hasta ahora el mejor regalo que ha recibido la Scuderia, como la llaman los italianos, en la celebración de sus 50 años de existencia.Los miles de seguidores de Ferrari esperan que en las siete competencias que quedan por disputarse de esta reñida temporada de Fórmula 1 Schumacher logre conservar o aumentar la diferencia de cuatro puntos que tiene sobre su principal rival, el canadiense Jacques Villeneuve, y la escudería Williams, para devolverle a la casa italiana los días de gloria y títulos que se alejaron desde 1983 (ver recuadro). Sin embargo, pese a que los tiffossi _como se conoce a los fanáticos italianos_ llevan más de una década ahogando el grito de campeones, el orgullo de ondear la bandera con el cavallino rampante sigue intacto. Y no es para menos. Ferrari es la escudería que más carreras ha ganado en la historia de la Fórmula 1 con 110 victorias, cinco más que McLaren y 10 más que el dominador de los últimos cuatro campeonatos mundiales de constructores, la Williams. Esto por no mencionar los innumerables triunfos que el legendario equipo ha conseguido en competencias como Le Mans, Daytona o Las Mil Millas, entre otras.Pero Ferrari no es solamente un mito del automovilismo deportivo mundial. Desde los primeros modelos, pasando por el conocido 'Testarossa', hasta el último de los 4.000 automóviles 'de calle' que hoy produce al año _los cuales están vendidos antes de ser fabricados_ son considerados, además de valiosas joyas que recorren las avenidas de las principales ciudades del planeta, verdaderos monoplazas de Fórmula 1 camuflados capaces de superar en cuestión de segundos los 300 kilómetros por hora. Esto, sumado a la forma artesanal y autosuficiente con la que son creados los bólidos rojos _Ferrari construye la casi totalidad de las piezas de sus autos_, hicieron que en este medio siglo creciera, junto con la fábrica, la fama de quien le dio vida a la leyenda roja: Enzo Ferrari.Este hombre que a los 16 años se inclinó por el periodismo deportivo _escribió sobre fútbol en La Gazzeta dello Sport_ y el 25 de mayo de 1947, a los 51 años de edad, debutó en las pistas con el 125 Sport, el primero de los 47 autos de Fórmula 1 que ha diseñado Ferrari, siempre se caracterizó por un temperamento hosco y austero. Nunca asistía a ver conducir a sus pilotos porque, según él, odiaba ver cómo maltrataban sus autos. Ese amor hacia sus creaciones hizo que, pese a que para la escudería manejaron algunos de los mejores pilotos de la historia (ver recuadro), las relaciones con la mayoría de ellos nunca fueron las mejores. Irónicamente Enzo consideraba a esos 'hijos' de 12 cilindros en V demasiado ostentosos para él. En 1960, cuando la Universidad de Bologna le otorgó el título honoris causa en ingeniería, llegó al acto conduciendo un Peugeot 404 porque, según dijo años más tarde, sus Ferrari eran demasiado vistosos. Sin embargo en esa oportunidad estacionó el auto a varias cuadras de la universidad para que nadie lo viera manejando un carro extranjero. Ese era Ferrari, un ser tímido, introvertido y de carácter recio quien, pese a estar acostumbrado a tener de vecina a la muerte, habitual visitante de las pistas, nunca pudo superar la trágica desaparición de su hijo, Dino, en 1956. Desde ese momento hasta su muerte en 1988 visitó a diario la tumba de su heredero.Durante esta temporada los 'ferraristas' han recordado con más nostalgia que nunca al hombre les que dio motivos para soñar, y por eso sólo esperan que como conmemoración Schumacher logre el milagro de devolverle a la Scuderia los tiempos de gloria.