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Un joven principiante en el mercado de valores podía hacerse a 25 millones de pesos al menos simplemente comprando y vendiendo títulos

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Ajuste de cuentas

Los salarios multimillonarios de la Bolsa son cosa del pasado. El mercado de valores se ajusta y hay remezón laboral.

25 de agosto de 2007

Eran otros tiempos: Un carro Audi o BMW; una corbata Hermes, un vestido Armani, un reloj Bulgari o Cartier y una buena fiesta el fin de semana en alguno de los más reconocidos bares de la ciudad. El estilo de vida de los comisionistas de Bolsa hizo historia debido al auge del mercado de valores entre los años 2003 y 2006. Las cosas marchaban bien entonces y, en promedio, un joven de 25 años, recién llegado al negocio, podría hacerse a un ingreso mensual cercano a los 25 millones de pesos. Eso daba para todo.

Pero las cosas han cambiado. Un verdadero temporal ha afectado el mercado de valores en los últimos meses y por eso mes tras mes los balances muestran cifras en rojo. Esta tendencia se ha reflejado en una caída importante en la rentabilidad de las inversiones y un ajuste estructural del que no se ha salvado nadie en el negocio; mucho menos los encargados de manejar las grandes sumas de dinero que se mueven allí. En los últimos meses, las comisionistas de Bolsa y los fondos de pensiones privados (AFP), empezaron silenciosamente a implementar todo un 'revolcón' de personal. En el caso de las AFP, se han registrado cambios importantes en la estructura directiva de las firmas, mientras las comisionistas de Bolsa optaron por un recorte salarial y de personal.

Las cifras son sorprendentes: más de 500 personas han salido, un ajuste sin precedentes. En otros casos, muchas compañías han decidido reestructurar sus equipos directivos para enfrentar la nueva situación.

A pesar de que la economía colombiana va volando, el mercado de valores ha presentado dificultades, especialmente para quienes se dedicaban a especular con títulos valores. Hoy, el 90 por ciento del mercado se mueve en títulos de renta fija, dentro de los que están especialmente los TES, que son los papeles que emite el gobierno para endeudarse. Estos títulos, debido a la caída de tasas e inflación, fueron durante muchos años la joya de la corona del mercado. Pero el juego cambió de reglas y ahora no es un gran negocio especular con ellos.

El golpe fue duro para todos: los fondos de pensiones llegaron a registrar a comienzo de año pérdidas por más de 600.000 millones de pesos y la tendencia afectó también a aseguradoras y firmas comisionistas. Allí nació el ajuste.

Las firmas comisionistas de Bolsa optaron por un apretón salarial y recortes de nómina. Importantes compañías empezaron a adelgazar sus equipos de negociación.

Durante los años de auge del mercado de valores (2003,2004, 2005 y parte de 2006), los ingresos en el sector eran colosales. Los sueldos básicos eran no mayores a 700.000 pesos, pero la mayor parte del salario era variable y dependía de la 'producción' que lograra cada persona en sus negocios diarios: esto es, el nivel de ganancia que le sacara a una transacción. Si alguien obtenía ingresos para su firma por 1.600 millones de pesos al mes, podría hacerse fácilmente a un salario de 100 millones de pesos. Estos ingresos daban para financiar un estilo de vida que muchos veían como excesivo. Y ese exceso es la causa principal del golpe a las comisionistas.

Clara Elena Serrano, consultora en estrategia y desarrollo organizacional, ha hecho asesoría en materia de compensación salarial a varias firmas del mercado. Según Serrano, la manera como se venía remunerando a las personas encargadas de negociar los títulos implicaba muchos errores de política laboral. "Era un esquema que fomentaba la competencia individual y no los intereses de la firma, no permitía que las personas hicieran carrera en una compañía y afectaba directamente las finanzas de las empresas, pues las personas ganaban antes de que las comisionistas tuvieran utilidades", explicó.

De hecho, hubo compañías que registraban pérdidas, aunque sus operadores de mercado ganaban verdaderas millonadas.

Por eso, según Hernando Holguín, gerente general de la empresa de cazatalentos Eximium, muchas firmas del mercado de valores empezaron a analizar sus costos salariales y los esquemas de remuneración, para reformarlos de modo que quedaran más acorde con la nueva realidad. Estos consistirían en salarios básicos más altos, pero con menor participación de las comisiones. Los que disfrutaron los años de vacas gordas están pensando qué hacer en el futuro, porque en algunos casos, el apretón significa bajarse el ingreso a la mitad.

Cambios de nómina

Pero el ajuste no ha sido sólo salarial. También ha habido cambios en los equipos que toman las decisiones de inversión, tanto en las comisionistas como en los Fondos de Pensiones y algunos bancos. Sólo unos ejemplos: María Fernanda Suárez fue ascendida como nueva vicepresidenta de inversiones de Porvenir, por la salida de Daniel Cortés, quien pasó a la vicepresidencia financiera y de Tesorería del Citibank. Ana Fernanda Maiguascha, quien venía desempeñándose en el Banco de la República, ahora dirige el departamento de Investigaciones Económicas de Porvenir. Mateo Ossa pasó de Horizonte a ocupar la vicepresidencia Financiera de Colfondos. A la AFP Horizonte llegó Sandra Gómez, quien venía desempeñándose como tesorera general de la Nación en el Ministerio de Hacienda, y el nuevo presidente de Horizonte se llama Félix Pérez.

Rafael de Fex era el encargado de la dirección de Reservas Internacionales en el Banco de la República y ahora es el gerente general de la firma comisionistas de Bolsa Ultrabursátiles, y la firma comisionista Global Securities acaba de nombrar a Andrés Ortiz como su nuevo vicepresidente ejecutivo, quien se llevó a tres importantes funcionarios de la firma Corredores Asociados. Las movidas están a la orden del día.

El objetivo de estos cambios es refrescar y fortalecer los equipos que toman las decisiones de inversión y que manejan los recursos que miles de personas ponen en custodia a estas instituciones.

Es claro que en las épocas de vacas flacas son necesarios los ajustes empresariales. Los Fondos de Pensiones decidieron reforzar sus equipos de inversión, para hacerle frente a la nueva realidad. Para eso buscaron personas con experiencia dentro del mismo mercado, que dieran garantía de calidad en la toma de decisiones billonarias. Las comisionistas, por su parte, empezaron a sincerar sus balances y se encontraron con los excesivos gastos salariales. Sin embargo, cambiar esa cultura de sueldos va a resultar difícil. Hay muchas compañías que no quieren tocar sus esquemas de remuneración por miedo a perder a sus mejores hombres. Hoy se escuchan muchas quejas entre los que lograron sacarles provecho a los años de auge, porque quieren mantener sus niveles de ingreso. Todo lo que sube baja, es uno de los principios básicos del mercado. Y esta vez les va a tocar a los salarios.