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EL QUE BUSCA ENCUENTRA

Mejoran las perspectivas de abastecimiento petrolero, gracias a numerosos hallazgos de nuevos pozos

20 de agosto de 1984

En las últimas semanas, la opinión pública, gracias a numerosas noticias que se han dado a conocer, ha visto renacer su interés por la situación petrolera del país.
Por una parte, se han descubierto nuevos pozos, como el situado en el municipio de Villavieja, en el Huila.
Por la otra, el potencial nacional se ha reevaluado en forma significativa.
En el pasado, los colombianos han oscilado entre lamentarse por la poca suerte con que han contado, en comparación con los venezolanos y los ecuatorianos, y sospechar, sin fundamento alguno, que vastas reservas están siendo guardadas en secreto para su futura explotación en el momento mas oportuno. A la luz de los nuevos ¡acontecimientos, es hora de analizar las posibilidades reales que tiene el paus en este campo.
ANTECEDENTES
El petróleo en Colombia tiene una historia casi tan vieja como el siglo.
Durante gran parte de este lapso, cumplía un papel secundario en la economía. Pero desde la Segunda Guerra Mundial el consumo, en sus diversas formas, aumentó vertiginosamente, y con él, su importancia, hasta que se convirtió en elemento esencial para el progreso.
Desafortunadamente, mientras que los precios subían, Colombia pasaba de ser exportadora a ser importadora de hidrocarburos. En la época en que el petróleo era relativamente abundante y barato, se consideró que la explotación no constituía una prioridad nacional.
Como consecuencia, los años previos a la crisis, y los inmediatamente posteriores, vieron una marcada disminución en la producción, que bajó rápidamente de 220 mil barriles diarios en 1970 a casi 123 mil bd en 1979.
Las características geológicas de Colombia dificultan la exploración y la hacen costosa. En contraste con el Medio Oriente, por ejemplo, donde el petróleo se encuentra cerca a la superficie (a unos mil metros), aquí se le halla a 4000 metros de profundidad en promedio.
En 1976, con el propósito de estimular nuevas actividades de exploración, el gobierno expidió la Resolución 50, que colocó los precios que pagaba Ecopetrol a las compañías petroleras a la par con los internacionales. A medida que estos últimos subieron, se hizo factible la búsqueda de hidrocarburos en zonas que antes parecían poco rentables, y comenzaron a aumentar las inversiones extranjeras. Los frutos de tal resolución se están cosechando ahora. En 1982 se produjeron 153 mil bd y se espera que para 1990 se llegue a 225 mil bd.
IMPORTACION INTERNA
Sin embargo, como lo anotó recientemente el presidente de Ecopetrol, Rodolfo Segovia, el país está lejos de volver a ser autosuficiente.
En términos de volumen, este año, por primera vez desde 1976, el pais exportará lo mismo que lo que importará. En 1986 probablemente habrá un superávit en la balanza comercial.
Pero Ecopetrol seguirá teniendo un déficit en la balanza de pagos, pues el 75% de lo que le compra a los concesionarios lo paga en dólares. Según los cálculos, para que la balanza de pagos de la empresa no fuera deficitaria en 1990, la producción nacional tendria que llegar a casi 290 mil bd; aproximadamente un 25% más de lo que se tiene previsto.
El país no tuvo la posibilidad de crecimiento económico acelerado que el enriquecimiento repentino le brindó a otros paises latinoamericanos.
Paradójicamente, esto pudo haber sido una bendición, pues se salvó así del endeudamiento excesivo y de los bruscos cambios de fortuna que asediaron a México y a Venezuela. En Colombia, país de delicada situación social, la bonanza súbita y efímera habría sido menos saludable que el crecimiento lento pero constante.
A diferencia de otras naciones, que cuentan con enormes reservas de hidrocarburos, en Colombia el petróleo no ha sido, y probablemente no será nunca, el principal motor del desarrollo. Pero sí es pieza fundamental, y a medida en que aumentan el consumo y la producción, el país se verá obligado a tomar decisiones de largo plazo.
ALTERNATIVAS
Ecopetrol ha adoptado una política que favorece al sistema de exploración en asociación (en el momento hay 44 proyectos), en aquellos casos en que no cuenta con los recursos suficientes para emprender esta clase de actividades sola.
El país no alcanza a producir toda la gasolina que consume, pero en cambio, tiene un superávit de combustóleo cada vez mayor. Hasta ahora, la mayoría del petróleo nacional ha sido crudo liviano o semiliviano.
Estos son de fácil refinación, y por lo tanto aptos para la producción de gasolina.
Recientes descubrimientos (Caño Limón entre otros), indican que en las faldas de la cordillera oriental, hacia los Llanos, existe una importante cuenca sedimentaria, que en el futuro podria ser la más importante de Colombia. Si, como se sospecha, los pozos perforados son de crudos pesados, al país podría covenirle refinar su combustóleo en vez de exportarlo.
Para esto se necesitaria modificar las refinerias actuales, que originalmente fueron diseñadas para crudos livianos.
Con motivo del trigésimo quinto aniversario de la reversión al Estado de la Concesión de Mares, el miércoles 25 habrá una ceremonia con asistencia del Presidente de la República y los ministros de Obras, Hacienda, Desarrollo y Minas, en la cual se dará a conocer el plan quinquenal de inversiones de Ecopetrol. En este documento se esbozan los primeros pasos de tal transformación. -