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Santiago Perdomo dice que las economías que usan menos efectivo son mucho más eficientes. | Foto: Alejandro Acosta

ENTREVISTA

“Hay que quitarle el oxígeno a la delincuencia”

El presidente de Colpatria, Santiago Perdomo, lanzó una propuesta controvertida: restringir el uso de efectivo y fomentar las transacciones electrónicas. El banquero dice que se frenarían las actividades ilícitas que mueven 37 billones de pesos al año.

15 de junio de 2013

SEMANA: Suena utópica y poco práctica su propuesta en un país como este que prefiere el efectivo.

SANTIAGO PERDOMO: Por el contrario, es una medida necesaria en Colombia, donde se mueven grandes cantidades de efectivo, muchas veces en actividades ilícitas. Sin contar la informalidad laboral que llega al 50 por ciento, algunos cálculos conservadores indican que a través de la producción y el tráfico de cocaína, la minería ilegal, el contrabando, la corrupción y la evasión de impuestos le extraen a la economía 37 billones de pesos anuales. El común denominador es que estas actividades delictivas se financian con dinero en efectivo. Hay que quitarle ese oxígeno y fomentar las transacciones electrónicas.

SEMANA: ¿Qué les dice a quienes señalan que está abogando en causa propia y que los grandes beneficiados serán los bancos con los mayores cobros?

S. P.: La invitación es a que todos pongan, incluida la banca. Las entidades financieras debemos ofrecer cuentas y transacciones a precios bajos o gratis, o no cobrar por determinado número de operaciones al mes. Ya se han disminuido los costos para muchas operaciones y la banca está haciendo grandes esfuerzos para facilitar los pagos mediante el uso de monederos electrónicos. También hay nuevos servicios con la telefonía celular, internet y otros medios. 

SEMANA: ¿Cuál es su propuesta para restringir el efectivo?

S. P.: El Banco de la República podría cambiar los billetes de mayor denominación, de 20.000 o 50.000 pesos, por unos de otro color, o eliminar los tres ceros como lo propone el gobierno, para obligar a que una buena parte de la plata que está escondida se bancarice. Hay que estimular el uso de tarjetas débito y crédito, que se benefician con la devolución de 2 puntos del IVA.

SEMANA: Para fomentar el uso del dinero plástico los comerciantes exigen que los bancos bajen las altas comisiones que cobra. ¿Por qué no las bajan?

S. P.: A la banca colombiana la han estigmatizado. Claro que hemos bajado sustancialmente el costo de esas comisiones. 

SEMANA: Varios análisis señalan que el gravamen a las transacciones financieras ha fomentado el uso del efectivo. ¿Usted cree que se debe acelerar su desmonte?

S. P.: Ojalá el gobierno adelante la eliminación de este gravamen, cuyo desmonte gradual se hará de aquí a 2018. Pero si no se puede eliminar de un tajo, sería partidario de cobrar este impuesto solo a los retiros en efectivo superiores a 4 o 5 millones de pesos al mes, y eliminarlo para las transacciones electrónicas u otros pagos.

SEMANA: ¿Qué porcentaje de dinero en efectivo maneja Colombia frente a otros países?

S. P.: La preferencia por este medio de pago es del 47 por ciento, muy alto frente al promedio mundial del 30 por ciento. Deberíamos bajar su uso a los niveles de países como Chile, donde es del 20 por ciento, o incluso seguir el ejemplo del Reino Unido y Suecia, donde es del 5 por ciento.
 
SEMANA: ¿Qué otros beneficios traería restringir el efectivo? Algunos señalan que son más altos los costos.

S. P.: A la gente de a pie le brinda mayor seguridad no andar con tanto dinero en el bolsillo. Al Banco de la República le costó 218.000 millones de pesos producir el papel moneda que había en circulación a diciembre del año pasado y su transporte les costó a los bancos 406.000 millones de pesos. Además, se producirían ahorros porque las autoridades podrían ejercer una mayor vigilancia y control en las operaciones, se disminuiría la evasión tributaria y el riesgo de lavado de activos.  

SEMANA: ¿Cree que tendrá algún respaldo esta propuesta en el gobierno y entre sus colegas banqueros?

S. P.: Es una propuesta para que el país comience a dar el debate. Esta es una buena manera de formalizar muchas actividades económicas y quitarle el caldo de cultivo a la delincuencia. No hay que buscarle la comba al palo: las economías que usan menos efectivo son mucho más eficientes.