PROMOCION VERDE

LA DECADA DEL 90 PASARA a la historia, muy seguramente, como aquella en la cual la humanidad adquirió conciencia ecológica y decidió, en consecuencia, destinar parte de la riqueza mundial a la protección del medio ambiente. Ante la evidencia de la crisis ecológica planetaria, en efecto, la circulación de dinero para la protección de los recursos naturales se ha incrementado considerablemente en los últimos años. Y Colombia no podía permanecer de espaldas a tal realidad.
Con el fin de canalizar parte de esos recursos, el Gobierno Nacional presentó la semana pasada el Programa Colombia de Cooperación Internacional para el Medio Ambiente, que busca conseguir financiación internacional para un paquete de 200 proyectos prioritarios, producto de una selección de propuestas formuladas por 560 organizaciones no gubernamentales y oficiales, y cuyo valor global ha sido estimado en unos 300 millones de dólares.
Los proyectos fueron recopilados por un equipo interdisciplinario que recorrió las principales regiones del país, bajo la dirección de Diana Pombo, experta en planeación ambiental, y su selección se basó en las prioridades fijadas en el Plan de Política Ambiental Nacional.
El objetivo principal del programa, de acuerdo con sus gestores, "es el de fortalecer la cooperación nacional e internacional para la adecuada utilización de sus importantes reservas naturales, científicas y culturales, y para orientar los procesos de desarrollo con criterios de sustentabilidad, en beneficio de toda la humanidad". Y la idea de lanzarlo en este momento surgió como producto de la constatación de la existencia de un círculo vicioso en el sector: la presencia, por un lado, de un numeroso grupo de entidades interesadas en desarrollar proyectos de conservación ecológica, pero sin los dineros necesarios para hacerlo, y el interés de muchos gobiernos y agencias de cooperación internacional en aportar recursos para el mismo fin, pero sin saber a quién dárselo.
Es por eso que, según el gerente del Inderena, Manuel Rodríguez Becerra, "el Gobierno decidió desde julio de 1991 recoger, seleccionar y sistematizar de manera permanente los programas más importantes y presentarlos en un solo documento traducido al francés y al inglés, para orientar a los donantes internacionales hacia los programas prioritarios de financiación".
La publicación del programa, además, se hace en un momento estratégico, dada la cercanía de la Conferencia de las Naciones Unidas en Medio Ambiente y Desarrollo, que se realizará a mediados de año en Rio de Janeiro, y que reunirá a la mayoría de los jefes de Estado y de gobierno del mundo en torno de los problemas ecológicos del planeta. Y preparando el terreno para ese acontecimiento, el Gobierno presentó ya el programa ante delegados de siete países industrializados: Canadá, Holanda, Italia, Francia, Estados Unidos. Inglaterra y Alemania. Y el próximo 6 de mayo hará entrega del mismo a los representantes de todos los gobiernos europeos.
La difusión del programa, que no se quedará tan sólo en la cumbre de Rio de Janeiro, sino que abarcará un período de 12 meses, es en realidad la segunda fase de toda la estrategia. La primera fue la organización de los componentes del programa y la definición de sus directrices. Y la tercera será su ejecución, para la cual se espera que se pueda contar con la coordinación del Ministerio del Ambiente, un proyecto que gana más fuerza cada día en las altas esferas gubernamentales. En resumen, el Programa Colombia de Cooperación Internacional para el Medio Ambiente es, sin duda, el más ambicioso programa de promoción de las riquezas naturales que ha emprendido Colombia en toda su historia. Y sus promotores esperan que los resultados se ajusten al esfuerzo.