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TUBERIAS DE AIRE

Los expertos consideran que en los primeros años del próximo siglo los celulares reemplazarán a los teléfonos fijos como el vehículo preferido para conversaciones de voz en gran parte del mundo.

23 de noviembre de 1998

Junto con el vertiginoso crecimiento en la transmisión de datos, el rápido progreso de la telefonía inalámbrica es el desarrollo más importante de los últimos años en el campo de las telecomunicaciones. Hoy en día en el mundo por cada línea fija que se instala se conecta un nuevo teléfono móvil, lo cual es un dato impresionante si se tiene en cuenta que el total de estos aparatos es aún una fracción del total de líneas convencionales en servicio. Aún más, en los países escandinavos, líderes en materia de desregulación de las comunicaciones, cerca del 40 por ciento de las personas tienen celulares y se venden 10 teléfonos portátiles por cada línea fija nueva. Mientras la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU por sus siglas en inglés) piensa que para 2001, el 30 por ciento de los teléfonos del mundo serán móviles, la firma finlandesa Nokia piensa que serán el 70 por ciento. Y es probable que en este aspecto los nórdicos estén más cerca de la verdad.
Hay varias razones para pensar que los teléfonos portátiles se convertirán en la herramienta de comunicación por excelencia de la mayoría de las personas. La primera y más importante tiene que ver con la conveniencia de poseer un teléfono móvil. A medida que la nitidez y calidad del servicio celular mejore, las opciones de servicios aumenten _ya hay teléfonos móviles con la capacidad de enviar y recibir correos electrónicos y navegar por Internet y pronto podrán hacer muchas cosas más, como comunicarse directamente con otros aparatos electrónicos ubicados en electrodomésticos, carros, etc._ y el roaming mundial se convierta en una realidad _pronto cada persona podrá ser ubicada en cualquier lugar del mundo a través de un número único_ la gente considerará cada vez más que su teléfono es un objeto personal que lo debe acompañar siempre. Además la tecnología inalámbrica es la única que permite comunicarse con y de cualquier parte. En este aspecto las líneas fijas no podrán competir.
Por otra parte, y como ha venido sucediendo en los últimos años con el incremento en la competencia y el desarrollo de la tecnología, los precios de la telefonía celular tenderán a caer. De acuerdo con el Yankee Group, entre 1996 y 1997 las tarifas celulares promedio a nivel mundial cayeron un 20 por ciento. Incluso, contrario a lo que creen muchas personas, el precio promedio por minuto de celular en Colombia _que hoy se encuentra en un nivel cercano a los 25 centavos de dólar_ está entre los más bajos de América Latina y muy cerca del de Estados Unidos. La caída de los precios de la telefonía portátil no solo estimulará la utilización entre los abonados actuales, sino que además contribuirá a que más gente pueda acceder a este servicio.
Finalmente, del lado de la oferta, el hecho de que la tecnología inalámbrica sea el mecanismo más económico de llegar al usuario final, desde el punto de vista de las empresas de telecomunicaciones fomentará la inversión tendiente a expandir y mejorar el servicio. Hoy en día conectar un nuevo usuario con cable de cobre cuesta entre 1.200 y 2.000 dólares, mientras hacerlo por radio con una antena inalámbrica fija cuesta 800 dólares. Además la tecnología inalámbrica tiene la ventaja adicional de que si el usuario decide retirarse del servicio, el equipo es removible y por lo tanto no se pierde la inversión
Sin embargo la tecnología inalámbrica también tiene sus limitantes. El principal es que utiliza como 'tubería' el espectro electromagnético, cuya capacidad, a diferencia de la de otros medios, como la fibra óptica, que se aumenta con solo añadir fibras adicionales, es limitada. Sin embargo el desarrollo de tecnologías de transmisión digital cada vez más avanzadas _como el LMDS_ garantizará la utilización óptima del espectro. En todo caso, así como por su movilidad y conveniencia la tecnología inalámbrica parece el medio natural para transmisiones de voz, parece razonable que las líneas fijas sean el mecanismo óptimo para transmitir datos.

A la vanguardia mundial
En Colombia el desarrollo del sector celular ha sido verdaderamente espectacular. En los cuatro años que lleva de operación, este sistema ha superado los 1.700.000 usuarios, lo cual representa un 4,25 por ciento de la población total. Alcanzar esa cifra en tan poco tiempo en un país pobre es un resultado excepcional. Además, la infraestructura celular del país es de las mejores del mundo, pues está altamente digitalizada _lo cual la hace más eficiente y segura_ y usa un estándar de tecnología único.
Sin embargo, contrario a la percepción popular, en las circunstancias actuales los celulares no parecen haber sido tan buen negocio. Esto se debe en parte al alto precio que pagaron por las licencias _un total cercano a los 1.500 millones de dólares_. Según Luis Carlos Sarmiento Jr., presidente de Cocelco, "ninguna empresa celular del país ha pagado aún un solo peso de dividendos y el encarecimiento de la deuda externa del sector a raíz de la devaluación de los últimos dos años hará que sacar plata de las compañías sea imposible antes del octavo o noveno año de operación". Además, señala Sarmiento, "la valorización de la inversión, que el año pasado era sustancial, ha sido borrada por la crisis de las bolsas. El valor de mercado de Bell Canada International, accionista mayoritario de Comcel, está en 600 millones de dólares, cuando hace un año se cotizaba en 1.200 millones". El valor bursátil de Valores Bavaria, empresa que detenta cerca del 75 por ciento de Celumóvil, se encuentra en un nivel inferior a los 500 millones de dólares. Aún así, es poco probable que los inversionistas no vuelvan a reconocer el gran valor estratégico de estas compañías cuando el mercado retorne a la normalidad. Para la muestra, el Grupo Cisneros de Venezuela recientemente vendió un 11 por ciento de la celular TelCel _que pese a tener un millón de abonados frente a los cerca de 700.000 que tienen tanto Celumóvil como Comcel lleva muchos años más en operación y cuenta con una red analógica que pronto tendrá que ser reemplazada_ por 220 millones de dólares a su socio Bell South.
En cualquier caso las perspectivas a futuro de las compañías celulares no parecen demasiado fáciles. Por una parte tendrán que enfrentar la competencia de las empresas de trunking que, como Avantel y Trunking Celumóvil, prestan un servicio que puede sustituir el uso del celular en ciertos casos par-ticulares. Además, el gobierno planea licitar dos licencias de PCS en los próximos meses. Finalmente, la competencia ha mejorado la calidad y aumentado la cantidad de las líneas fijas en el país. Todos estos procesos, sin duda, contribuirán a erosionar los márgenes de las empresas. Según un estudio del profesor Jerry Hausman, profesor de economía de MIT, en el negocio de telefonía celular en Estados Unidos, en mercados donde hay tres participantes, las tarifas son típicamente 18 por ciento más bajas que en mercados con sólo dos. Sin embargo, en los últimos años las compa-ñías de este sector han demostrado una inusual habilidad para crecer a pesar de la difícil situación económica y por lo tanto no será extraño si se vuelven a crecer frente a la adversidad.