DERECHOS DE PRINCIPE<BR>DEBATES REPUBLICANOS<BR>IMPUESTO PIPI<BR>BARATO EL SUBMARINO

17 de enero de 2000


Derechos de principe
HABER NACIDO EN la realeza no es de ninguna manera garantía de la felicidad, y ni siquiera del respeto de
los derechos humanos, así sean principescos. Eso es, en suma, lo que alega Vittorio Emanuele de Saboya,
el hijo del último rey de Italia, Umberto II, quien ha demandado al Estado italiano ante la Corte Europea de
Derechos Humanos para que le sea restituido el derecho de regresar a su país. El príncipe salió de Italia en
1946, cuando tenía 8 años, luego de que la monarquía fuera rechazada por estrecho margen en un referéndum
constitucional. Su padre pensaba que el exilio iba a durar meses pero la nueva Constitución de 1947 prohibió
que los hijos varones de la casa de Saboya pisaran suelo italiano. Luego de intentarlo en las cortes italianas
el príncipe apela a hora a la jurisdicción internacional.

Impuesto 'pipí'
UN CONTROVERSIAL tributo ha surgido en la idílica Venecia. Se trata del controvertido 'impuesto a los baños
públicos' (conocido popularmente como 'Impuesto pipí', que adoptó el Concejo Municipal para ser aplicado a
los turistas. Según los portavoces oficiales ia razón es muy clara: mientras en el centro de la ciudad lacustre
viven permanentemente unos 50.000 habitantes, la ciudad es visitada cada año por unos 10 millones de
turistas que hacen uso de los servicios pero no pagan por su mantenímiento. El costo por entrada es de
1.00O liras para los no residentes, esto es, unos 52 centavos de dólar. Los lugareños tienen sus ventajas:
pueden comprar por 6.000 liras un pase de tres años que les cuesta 500 liras por entrada. No vale alegar
cistitis.

Barato el submarino
SE OYEN OFERTAS por un submarino ruso a la venta. En sus gloriosos días el U-484 fue una amenaza para
el territorio continental de Estados Unidos, con sus 93 metros de eslora, sus cuatro misiles nucleares y sus
22 torpedos. Construido en 1956 y movido por el sistema diesel-eléctrico, el barco estuvo al acecho en el
Atlántico hasta 1994, cuando finalmente fue dado de baja y vendido a una compañía finlandesa, Oy-Sub Expo,
que lo puso en exhibición en Helsinki. En 1997 fue arrendado a una sociedad canadiense que se lo llevó para
St Petersburg, en el estado de Florida. Pero a pesar de atraer 50.000 visitantes por año la compañía quebró y
la reliquia está a la venta. Los potenciales compradores pueden hacer sus ofertas en www.subexpo.com.