| Foto: Getty Images

INFOGRAFÍA

Así está el panorama del sector editorial en Colombia

En la próxima edición de la Filbo, Colombia será el país invitado. Una mirada al mercado editorial nacional de la última década.

4 de abril de 2019

El sector editorial colombiano data de finales del siglo XIX, pero para el año 1900, 66% de la población era analfabeta. Además, hace 40 años Colombia era uno de los países más atrasados del mundo en materia educativa: en 1989, un habitante leía en promedio 0,5 libros al año. El panorama era preocupante.

A principios de esa época se implementó la Ley 98 de 1993 conocida como la Ley del Libro, a partir de la cual se pretendía democratizar el libro como un medio para la difusión de la cultura con dos tipos de exenciones tributarias: el impuesto de renta a las empresas editoriales constituidas en Colombia y los gravámenes relacionados con los impuestos a las ventas y aranceles.

A propósito de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo), que se realizará este año entre el 25 de abril y el 6 de mayo, Dinero analizó el panorama del mercado editorial en Colombia, que será también el país invitado de esta edición.

Según cifras de la Cámara Colombiana del Libro, las editoriales nacionales han disminuido el número de ejemplares por cada edición de un libro, pero han aumentado el número de títulos publicados desde 2008. Es decir, ahora se publican más obras, pero en menores cantidades.

Hay una meta por alcanzar con el Plan Nacional de Lectura y Escritura: que Colombia sea el país más educado de Latinoamérica en 2025. Pero para esto todavía falta. La clave está, según el informe El sector editorial en Colombia: una breve aproximación a sus dinámicas, en incentivar la lectura en el total de la población colombiana ampliando las estrategias para trabajar de manera paralela y articulada con todas las comunidades.

Aunado a esto, en tiempos de convergencia, es clave explorar otras posibilidades y propuestas innovadoras que, desde la práctica, ayudan a comprender el cambio de paradigma en la lectura, de la mano de los nuevos dispositivos y formatos.

Datos históricos:

El primer libro censurado en Colombia fue la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano. Durante la Colonia, el virrey José Manuel de Ezpeleta (1794) ordenó desaparecer todas las copias del libro traducido del francés por Antonio Nariño, quien las había repartido por las calles de Santa Fe.

También se destaca Novelistas buenos y malos, publicado en 1910 por el sacerdote español Pedro Ladrón de Guevara. Este libro fue una especie de guía de censura para “evitar la ruina de la fe y las buenas costumbres”.