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Luiz Inacio Lula, expresidente de Brasil.

BRASIL

Se profundiza incertidumbre política y fiscal en Brasil

Mantener la confianza de los inversionistas en Brasil requiere un ajuste fiscal, cuya piedra angular es una reforma pensional que depende del resultado electoral.

13 de septiembre de 2018

La confianza de los inversionistas en Brasil se debilitó por el amplio déficit fiscal (8% del PIB) y el estancamiento de los ingresos públicos, ocasionado por el bajo crecimiento de la economía (1% en 2017), que elevaron la deuda pública (84% del PIB).

Sin embargo, su moneda se ha depreciado menos que la de otros emergentes en lo corrido del año (23%), por su adecuada liquidez externa y su bajo déficit en la cuenta corriente (-0,5% del PIB), que cayó como efecto de la depresión de 2015-2016.

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La inquietud de los mercados sobre las perspectivas de la economía y las finanzas públicas, debida a su menor tolerancia al riesgo de las economías emergentes, también ha desvalorizado los activos brasileños. El índice de la Bolsa de Sao Paulo –Ibovespa–, por ejemplo, está en su valor mínimo de los últimos 14 meses.

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Otras debilidades en esta coyuntura son la elección presidencial de octubre de este año, por las promesas populistas que podrían dificultar el ajuste fiscal; junto con los estrechos lazos comerciales con Argentina, cuya eventual recesión podría frenar la actividad económica en Brasil. Debido a ello la desconfianza se podría agudizar y ocurriría un contagio financiero, que agravaría la desvalorización de la moneda, de la deuda pública y de las acciones brasileñas.

La última encuesta de intención de voto, primera que excluye al expresidente Lula, quien no puede participar en las elecciones al estar preso por corrupción, sugiere que en la primera vuelta ganaría Jair Bolsonaro, un excapitán del ejército, con 22%. Sus planteamientos sobre los derechos de las minorías son de extrema derecha. Hace poco fue apuñalado en el estómago durante una concentración proselitista, lo cual evidencia la polarización política que hay en el país.

Le siguen en favoritismo Marina Silva, una exministra del medioambiente, junto con Ciro Gomes, un candidato de izquierda, cada uno con 12%. Luego está Geraldo Alckmin, un exgobernador de Sao Paulo, preferido por los inversionistas, con 9%. Por último se ubica Fernando Haddad, con 6%, quien sustituirá al expresidente Lula.

Sin embargo, el sondeo indica que Bolsonaro perdería en la segunda vuelta con cualquiera de los otros candidatos, menos con Haddad, con quien tendría un empate técnico.