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Tres tipos de obras están contempladas: las de abastecimiento y mejora de obras; las de saneamiento del río Bogotá y las de protección de la estructura ecológica. | Foto: FOTO: ACUEDUCTO / ALEJANDRO ACOSTA

BOGOTÁ

El Concejo de Bogotá decidirá próximamente si se renueva el acueducto

El Concejo de Bogotá definirá la suerte del proyecto que financiará la modernización del acueducto de la capital. El objetivo es renovar redes, garantizar cobertura más allá de 2025 y generar nuevos espacios para los bogotanos.

8 de junio de 2017

La cuenta regresiva para la modernización del Acueducto de Bogotá ya comenzó. Después de varios meses de estructuración del proyecto y definición de las obras que se ejecutarán, a finales de mayo quedó en manos del Concejo de Bogotá la iniciativa que busca la autorización de un cupo de endeudamiento por $3,1 billones.

Para Germán González, gerente de la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Bogotá (EAAB), la aprobación de este cupo de endeudamiento es fundamental para garantizar la totalidad de las obras de abastecimiento, saneamiento y protección de la estructura ecológica principal, cuyo costo total es cercano a los $6,9 billones, hasta 2025.

Aunque más de la mitad de estos trabajos se financiarán con recursos propios generados por el Acueducto, la caja no alcanza para la totalidad de las obras, por eso González ha insistido en la urgencia de aprobar el endeudamiento y se ha dedicado en las últimas tres semanas a explicar a cada uno de los concejales los detalles de la iniciativa.

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El avance de este proceso ya comienza a verse. El viernes 2 de junio fueron radicadas tres ponencias de los concejales de Bogotá María Victoria Vargas, Julio César Acosta y Celio Nieves. Aunque las tres eran positivas, una de ellas planteaba un valor distinto al solicitado por el gerente del Acueducto, por $3,1 billones. Esto implicaba la concertación y la unificación de ponencias, que al cierre de esta edición no se había definido.

Foto: Germán González, Gerente de la EAAB

Sin embargo, se espera que, una vez aprobada en comisión la ponencia final, comience su discusión en plenaria del Concejo a partir del lunes 12 de junio. El plazo para aprobar o rechazar esta iniciativa va hasta el 22 de junio –durante sesiones extras– lo que implica que el 23 de junio ya se sabrá si el Acueducto podrá endeudarse y las condiciones que le establece el Concejo de Bogotá para hacerlo.

“Desde el Acueducto hicimos un trabajo juicioso para justificar el cupo de $3,1 billones, porque se trata de todas las inversiones importantes que debe hacer la empresa en los próximos años”, aseguró.

Pero la aprobación por parte del Concejo de este cupo no significa ‘un cheque en blanco’ para ejecutar el ambicioso plan, pues, de acuerdo con el gerente del Acueducto, existe un cronograma de endeudamiento y un reglamento del proceso que se seguirá para ejecutar los recursos.

De hecho, los planes del directivo implican que para este año con el cupo de endeudamiento se ejecutarían obras por $50.000 millones; para el próximo cerca de $1,2 billones y casi $1 billón en 2019.

Aunque el directivo confía en que hay buen ambiente en el Concejo para sacar adelante esta iniciativa, no se puede descartar el escenario en que sea rechazada. En ese caso, la administración del Acueducto estaría en serios problemas, ya que tendría que responderles a la Comisión de Regulación de Agua (CRA) y a los usuarios de la ciudad el porqué no se han desarrollado las obras, ya que buena parte de ellas se contemplaron para justificar las tarifas aprobadas, que estarán vigentes hasta 2019.

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En ese escenario, el Acueducto no solo tendría que responder a la CRA sino que, de paso, debería iniciar un proceso para devolverles a los usuarios del Acueducto en Bogotá el porcentaje que pagaron en sus tarifas para ejecutar estas obras.

Qué se hará

Además de cumplirles a los usuarios del Acueducto, está la urgencia de poner al día las obras que en los últimos 12 años no se ejecutaron en la capital del país y que hoy tienen a la Administración Distrital corriendo bases.

De hecho, buena parte de las obras contempladas en el plan de inversiones 2016-2025 tienen como propósito central poner al día a la ciudad en temas que tuvieron que ejecutarse hace varios años, pero que se fueron aplazando y todavía no ven la luz.

En términos de cobertura, la meta es llegar a 100% en acueducto y alcantarillado y garantizar el abastecimiento de agua de la capital hasta 2032. Hoy está cubierto hasta 2020. Así mismo, las inversiones permitirán que la capital siga vendiendo agua en bloque a varios municipios aledaños.

El saneamiento es otro tema fundamental, pues las inversiones le permitirán a la capital pasar de tratar 27% de sus aguas residuales en la actualidad, al 100% de aquí a 2025. Solo un país en Suramérica, Chile, tiene esta cobertura en el tratamiento de sus aguas residuales.

Pero, puntualmente, ¿en qué consiste el plan de inversiones? Según González, tres son los componentes centrales de su ambicioso plan de obras. El primero tiene que ver con abastecimiento, que incluye la mejora integral de barrios, lo que implica que se trabajará en legalizar 113 barrios de la ciudad, además de mejorar las redes de acueducto y alcantarillado en un número importante de ellos, que hoy están copadas o son obsoletas debido al crecimiento vertical que ha tenido la ciudad.

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También está contemplada la rehabilitación del Tramo 3 Tibitoc – Casablanca, la construcción de nuevas líneas y optimización de la Red Matriz del Acueducto; la optimización de la Planta de Tratamiento Wiesner y la modernización de la Planta de Tratamiento de Agua Potable Tibitoc.

Un segundo grupo de obras está relacionado con el saneamiento del Río Bogotá, e incluye 16% de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (Ptar) Canoas; la rehabilitación de subcuencas de alcantarillado; el Plan de identificación y corrección de conexiones erradas; los trabajos en canales, colectores, interceptores y quebradas; las intervenciones en Estaciones de bombeo y elevación y la Planta de Tratamiento de Lodos.

El tercer grupo de obras tiene que ver con la protección de la estructura ecológica principal e incluye la apertura de corredores ambientales en 92 kilómetros y la apertura del Parque San Rafael con un corredor ambiental, que podrán ser aprovechados por los ciudadanos para su recreación. A estas obras se suman otros corredores ambientales aledaños a ríos y humedales, como los de Jaboque, Río Tunjuelo, Río Fucha, Parque del Indio, Arzobispo, Córdoba y Parque Tanque Cazucá Soacha.

“La aprobación de este cupo de endeudamiento les permitirá a los bogotanos contar con unos mejores servicios en términos de calidad y continuidad, y a la ciudad, mejorar su productividad y competitividad para ofrecer mejor calidad de vida a los bogotanos”, insistió el gerente de la empresa de Acueducto.

Terminar con el rezago de más de una década que tiene Bogotá en las obras de acueducto, alcantarillado y saneamiento básico es un imperativo para la ciudad en este momento. El Concejo tiene la palabra.

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