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La universidad que imparte clases para encontrar pareja

Un profesor que enseñaba marxismo-leninismo ahora da “Teoría y práctica de las relaciones amorosas” para una generación de adolescentes inexpertos que crecieron sin saber cómo relacionarse.

25 de julio de 2016

La Universidad de Tianjin, situada a 120 km al sudeste de Pekín, es la primera institución del país en impartir clases para conseguir pareja. La idea parece descabellada, pero lo cierto es que es un síntoma de que algo está cambiando en el país, después de décadas bajo el puritanismo comunista.

Los estudiantes están encantados. Un total de 800 personas se han inscrito en el programa “Teoría y práctica de las relaciones amorosas”, para una generación de adolescentes que han crecido sin hermanos,  debido a la política del hijo único. De ahí que relacionarse con más personas les resulta difícil.

“La generación de los hijos únicos carece de relaciones con personas de su misma edad”, afirma la sexóloga Li Yinhe. Según la especialista “un niño con una hermana probablemente sabría cómo interactuar con una niña”.

En la universidad, el profesor Xie Shu imparte las clases de “galanteo”. Normalmente Xie enseña marxismo-leninismo. Pero aceptó convertirse en un “coach de seducción” para sus alumnos, que al final del curso recibirán un diploma que los certifica como conquistadores.

A los varones les recomienda: “cuiden su aspecto, nada de camisetas sin mangas ni pantalones cortos demasiado holgados, no sean arrogantes y eviten hacer preguntas como si fuera un interrogatorio”. A las chicas les dice “echen mano del humor, miren a los hombres a los ojos aunque se sientan intimidadas y usen el lenguaje corporal”.

Desde pequeños, los niños chinos soportan una fuerte presión de sus padres para aprobar el bachillerato. Los padres no ven con buenos ojos que los enamoramientos los distraigan desde chicos. Sin embargo, la situación cambia cuando los jóvenes adquieren su diploma universitario, cuando los padres incitan los recién graduados a casarse. Para las mujeres, preferiblemente antes de los 27 años y para los hombres, antes de los 30. El celibato es motivo de preocupación o de burlas.

Además, en el país no se habla de sexo. Los jóvenes, sin experiencia, solo obtienen información a través de series de televisión que llegan desde Corea del Sur. “Cuando me enteré de que se impartiría este curso, me pareció increíble”, explica Qian Zijun, una joven de 23 años, que todavía no sabe lo que significa vivir una aventura amorosa. “El profesor nos da consejos teóricos, pero lo importante, después, es la práctica”, añade.

Por su parte, Wang Rui, promotora del proyecto y directora de una asociación estudiantil de encuentros, dice que “el curso no está destinado a los mujeriegos; algunos estudiantes quieren a cualquier precio tener una experiencia en la universidad, poco importa con quién. Pero nosotros enseñamos una visión correcta del amor”.

Según un estudio del Instituto de Sexología de la Universidad Renmin, en China, la edad promedio para la primera experiencia sexual ha bajado muy poco entre 2000 y 2015, pasando de 22,7 años a 22.

“Los chinos son reservados. Por eso los estudiantes, cuando comienzan una historia de amor son entusiastas, pero se sienten desamparados”, afirma Cang Jingnuan, autora de un ensayo sobre las dificultades en las relaciones entre hombres y mujeres. “Sus padres se han casado más por convencionalismos sociales que por amor y no los aconsejan”, concluye.

Además de cómo conquistar, la asignatura “Teoría y práctica de las relaciones amorosas” incluye otras siete lecciones con vertientes psicológicas, como“Antes de amar a otro hay que amarse a sí mismo” y “Los problemas legales de las relaciones amorosas”.