El presidente saliente de Uruguay José Mujica no logró sus metas en el tema educativo. | Foto: Foto: AFP.

AMÉRICA LATINA

Las deudas de Mujica con la educación

El expresidente reconoció que su gestión quedó incompleta. Mejorar el desempeño en las Pruebas Pisa, evitar la deserción y fortalecer la escuela pública son parte de los retos del próximo Gobierno.

11 de marzo de 2015

Aunque en su discurso de posesión en 2010 José Mujica enfatizó sobre la importancia de la educación en su proyecto para Uruguay, los resultados al final de su gobierno en este campo no fueron los mejores. El presidente saliente admite que no pudo combatir la deserción en el bachillerato ni mejorar los resultados en las Pruebas Pisa.

El portal BBC Mundo resalta que Uruguay no solo tiene altas tasas de deserción sino que además es uno de los países con más bajos porcentajes de finalización del bachillerato. Según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Uruguay solo el 20 por ciento de la población más pobre y el 60 por ciento de los más ricos terminaron la secundaria. En Venezuela estas cifras son del 54 y el 79 por ciento, y en Colombia corresponden al 39 y el 87 por ciento.

Adicionalmente, según señala el diario ABC de España, en Uruguay hay un contraste entre el desempeño de la población de escasos recursos frente a los más acomodados. Esto ha dificultado la búsqueda de equidad en ese país.

El presidente Mujica fue un férreo defensor de la educación técnica durante su mandato. Durante una entrevista con la revista británica The Economist  al final del año pasado el presidente habló de los avances en esta área. “La educación vocacional, que es crucial para los recién egresados del colegio, ha crecido en un 40 por ciento en los últimos cinco años, y no ha crecido más porque hacen falta instituciones”, respondió el entonces presidente.

Pero Mujica, fiel a su carácter, también ha reconocido los errores. “Tenemos que cambiar el molde. Lo intentamos, pero fallamos; porque hay una fuerte creencia en Uruguay según la cual la educación debería ser parte de un sistema integrado, global, dirigida desde arriba y para mí esto no encaja en el mundo moderno”, le dijo a The Economist.

Según relataba hace unos meses el País de España, la educación estaba logrando un papel protagónico en la campaña presidencial. Aunque en Uruguay invierten el 4,7 por ciento del PIB en educación, esta cifra no se compara con el gasto que hacen países como Argentina y Brasil en ese rubro.

En el 2013 el diario El País de Uruguay rescató otra confesión del presidente: “…fracasé en que le dieran la autonomía a UTU (Universidad del Trabajo del Uruguay) y que cada centro regional pudiera evolucionar para transformarse en un politécnico público e independiente. Para mí era la transformación más importante de la enseñanza media. No pude, fracasé porque no pude convencer a buena parte de mis compañeros. Esto no se lo voy a achacar a la oposición. Es de las cosas que más duelen, cuando no te podés comunicar con los tuyos".

Ahora que Tabaré Vásquez asume la presidencia en Uruguay, muchos esperan que la educación se posicione como uno de los puntos prioritarios de su agenda.

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