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EDUCACIÓN SUPERIOR

Maestría o especialización: ¿Cuál es mejor?

A medida que los jóvenes del país terminan sus pregrados, llega el momento de decidir si es correcto o no cursar un posgrado. Semana Educación le explica las claves para entender y escoger el mejor programa.

31 de enero de 2017

Para nadie es un secreto que en el mundo laboral como lo conocemos hoy no es suficiente terminar un pregrado. Es por eso que los graduados, con la esperanza de complementar sus estudios, deciden cursar un posgrado. Las razones saltan a la vista: sólo los conocimientos avanzados permiten alcanzar con éxito un mejor futuro.

De hecho, la pregunta que surge con mayor frecuencia para muchos jóvenes profesionales es qué tipo de posgrado debe seguirse. El peor error que muchos pueden cometer es matricular un posgrado sólo porque “es necesario”. Quien haga eso, lo más probable es que desperdicie su tiempo y dinero. Hay muchas posibilidades que van desde los cursos de educación continuada, en donde se mantiene una relación académica con la institución, hasta los doctorados en los que se hacen estudios en profundidad que duran aproximadamente 4 años. 

Por lo general cuando los jóvenes se gradúan de pregrado, optan por hacer una maestría o una especialización, es ahí donde nace el debate: ¿Cuál es la más indicada para estudiar ahora? Y es que los tiempos han cambiado. Pues la tendencia en los últimos años de muchos estudiantes es hacer una maestría directamente después de terminar el pregrado y saltarse la especialización.

Curiosamente, para hacer una maestría en el pasado era prerrequisito haber cursado una especialización. Pero ahora, existen varias instituciones que incentivan a los jóvenes a graduarse de su pregrado mientras adelantan sus estudios de maestría. Es así, como poco a poco las especializaciones se convierten en un título casi obsoleto (excepto para las ciencias de la salud) y de poco atractivo para los estudiantes que optan por salir graduados con un posgrado.

Lo cierto es que se deben entender las diferencias entre estos dos tipos de posgrados que ofrecen a sus estudiantes conocimientos muy distintos.

Especialización
Este posgrado profundiza el dominio de un tema específico, por lo general en un área similar a la del pregrado. En la mayoría de los casos está diseñada para que se realice sin interrumpir las actividades laborales, pues tiene en promedio como mínimo 360 horas de estudio. 

Ventajas:
1. No es necesario desvincularse del trabajo.
2. Algunas empresas financian este tipo de posgrados para que sus empleados se capaciten.
Desventajas:
1. Como estos estudios no son de tiempo completo, los estudiantes difícilmente alcanzan la excelencia académica.
2. Por lo general los docentes son de nivel inferior a los de las maestrías y doctorados.

Maestría
En este tipo de posgrado se hace una profundización en el desarrollo teórico, tecnológico o profesional. Su diferencia con la especialización radica en que es de tiempo completo y en varios casos incluye un trabajo de investigación o tesis como requisito para graduarse. Tiene una duración mínima de 500 horas, pero puede llegar en algunos programas hasta 100 por las tutorías y trabajos de investigación. 

Ventajas:
1. Este programa es ideal para quienes tienen una orientación más profesional que académica. Muchas maestrías están diseñadas para transmitir habilidades prácticas por medio de nuevas metodologías, como la simulación de situaciones reales.
2. Tiene mayor reputación frente a las especializaciones y es un buen eslabón para llegar al doctorado después.
Desventajas:
1. En la mayoría de los casos el estudiante debe endeudarse para terminar de pagar el posgrado.

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