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Del 1 de abril al 3 de junio la Superintendencia de Sociedades recibió 135 solicitudes de empresas que pedían ser admitidas en procesos de insolvencia | Foto: Getty Images

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“La última herramienta deben ser los procesos de insolvencia”

Este 7 de julio Baker McKenzie, Foros Semana y Revista Dinero y realizaron el panel ‘Estrategias legales para navegar en una crisis’, espacio que permitió conocer el marco legal que cobija a las empresas afectadas económicamente por la pandemia.

8 de julio de 2020

Ya son varios meses de incertidumbre los provocados por la cuarentena. Son muchas las empresas que han visto pérdidas importantes en sus finanzas y han tenido que acogerse a procesos de insolvencia. Sin embargo, los panelistas afirmaron que antes de llegar a este punto, las compañías pueden evaluar alternativas y tomar medidas básicas que podrían dar un respiro.

Lo más importante es tener control sobre el efectivo. Cuando las empresas no tienen efectivo hay que mirar la posibilidad de un proceso de insolvencia. Es muy importante tener un control de la caja", afirmó Paul Keenan, socio del Área de práctica Reestructuración e Insolvencia de Baker McKenzie en Miami. A lo anterior se sumó Nicolás Gómez, director de Inverlink, quien dijo que los gastos deben ir netamente a lo necesario: “Es clave la administración de la liquidez. Hay que administrar muy bien la caja disponible, los cupos de crédito que tienen las empresas con los bancos y priorizar los gastos".

De acuerdo con la Superintendencia de Sociedades desde el 1 de abril y el 3 de junio se recibieron 135 solicitudes de empresas que pedían ser aceptados en procesos de reorganización o de liquidación. Si bien el panorama parece oscuro, para Ricardo Trejos, socio líder del Área de práctica Banca y Finanzas de Baker McKenzie toda crisis tiene una oportunidad: “Estamos viendo que existe la posibilidad de acelerar los procesos de acoplado del trabajador. Esto implica retener mejor talento pues las personas pueden trabajar desde sus casas, compartir más tiempo con sus familias y esto puede generar un efecto de satisfacción en el empleado”.

Trejos agregó que otro factor positivo puede ser el tema de redimensionar las necesidades de propiedad raíz, debido a que la plata destinada a mantener un cierto número de oficinas o espacios de trabajo podrán ser destinados a nuevos proyectos o a una reestructuración de la empresa.

Desde Baker McKenzie vienen diseñando una estrategia para acompañar a las personas basada en un modelo con tres fases: resiliencia, recuperación y renovación.

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“Lo que hemos diseñado es una estrategia de servicios legales alrededor de estas tres fases. Hemos manejado la crisis con herramientas desde varias áreas de practica del derecho como el laboral y el tributario”, aseguró Cristina Mejía, socia del Área de práctica Resolución de Conflictos de Baker McKenzie. 

Este punto de la crisis es crucial. Son muchas las empresas que están próximas a tomar unas decisiones que le den un cambio de rumbo a sus compañías: “Si yo tuviera una bolsa de herramientas, la insolvencia sería la última en la bolsa. Debemos hablar con los proveedores y lograr acuerdos privados. Se deben aprovechar las reformas legales que permiten a las empresas a acceder al mercado de capitales. El segundo punto es abrir oportunidades de crédito como los del Fondo Nacional de Garantías", añadió Ricardo Trejos.

Por último, todos los panelistas coincidieron en la necesidad del diálogo y de una autoevaluación en la empresa que permita mirar las fortalezas y debilidades: “Es un momento para mirar adentro de las compañías. Hay oportunidades de reestructuración de pasivos, de reestructuración de relaciones contractuales y de esta manera poder analizar bien la situación”, afirmó Andrés Crump, , socio y líder del área de práctica de Fusiones y Adquisiciones (M&A).