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¡ALTO AL FUEGO!

MONSEÑOR JOSE LUIS SERNA

20 de diciembre de 1982

Compañero de BB cuando éste pasó por el seminario, Monseñor José Luis Serna, antioqueño de 46 años, es obispo de Florencia desde 1978. Anteriormente, fue cura en la misma región durante once años antes de viajar a Roma, donde trabajó con el Vaticano. En este momento, como intermediario y emisario entre la guerrilla y el gobierno en el Caquetá, se ocupa de sacar campesinos inocentes de la zona de violencia y juega un papel clave para la paz en la región.
SEMANA: Monseñor Serna, se dice que en la noche del pasado sábado 13 de octubre, en Florencia, su automóvil fue abaleado por el ejército. ¿Puede interpretarse como atentado contra su vida?
Monseñor JOSE LUIS SERNA: Ese fué un incidente sin trascendencia, indebidamente explotado. Yo estaba en Bogotá ese sábado y tuve oportunidad de escuchar la noticia sobre mi propio "atentado". No pasó de ser una infracción por parte de mi chofer, quien no obedeció un retén policial y el Nissan que conducía recibió un disparo en el "stop" izquierdo.
SEMANA: ¿Cuál fue el resultado en el Caquetá de la pasada amnistía?
Mons. SERNA: Fué muy positivo. Se acogieron a ella entre 145 y 150 personas. Eran gentes que no estaban a gusto en la guerrilla y que obtuvieron salida de ella con autorización de sus grupos.
SEMANA: ¿Usted cree que un sector grande de la guerrilla no está a gusto actualmente?
Mons. SERNA: Hay dentro de la guerrilla una tendencia a abandonarla. Pero no está generalizada.
SEMANA: Usted ha dicho que una amnistía sin tregua no lleva a la paz ¿Cree usted que es necesario ahora un alto al fuego?
Mons. SERNA: Yo sigo en busca de un cese al fuego para propiciar un ambiente de seguridad que permita a quienes deseen acogerse a esta amnistía, poder hacerlo y salir a la luz pública sin temor.
SEMANA: ¿Usted cree que la guerrilla tiene una actitud positiva hacia la amnistía, que la esperan para regresar a la vida civil?
Mons. SERNA: Yo creo que algunos grupos, concretamente el M-19, están en actitud positiva hacia ella. No he entrado en contacto alguno con las FARC, de manera que carezca de información sobre ellos lo mismo que sobre el ELP que es bastante beligerante .
SEMANA: ¿Cómo se entiende entonces que cuatro días antes de la sanción de la amnistía, el M-19 haya atacado la población de Valparaíso?
Mons. SERNA: Es que allí no hubo toma alguna. Ellos (el grupo guerrillero) fueron "cazados" por un destacamento del ejército que se los encontró en una vereda que queda a una hora en automóvil del pueblo de Valparaíso. El encuentro tuvo lugar dentro de los patrullajes que habitualmente realiza el ejército. Los guerrilleros, entre 140 y 150 personas, están huyendo y no quieren enfrentamientos. Cada noche duermen en un lugar distinto y tratan de salir de la zona. Probablemente vienen de la VIII conferencia del grupo en la selva.
SEMANA: ¿Cómo ha actuado el ejército en el conflicto? ¿Qué actitud percibe en él hacia la amnistía?
Mons. SERNA: Ha habido una acción fuerte y decidida del ejército, con helicópteros y tropa, bombardeos, combate, seguimiento, captura y tortura de guerrilleros y campesinos. En este momento la situación ha cambiado, se ha suavizado notablemente. Pero aún se sostienen combates muy fuertes en zonas como las de la "bota caucana" (sector del departamento del Cauca que cruza la cordillera y se adentra en la selva). Yo creo que dentro del ejército hay mucha gente que quiere la amnistía, que la está esperando. Soldados que salen de la selva con paludismo, golpeados, me preguntan cuándo va a entrar en vigencia. Desconozco la actitud de los altos mandos presentes en el Caquetá.
SEMANA: ¿Qué cree usted que pase si la amnistía fracasa en la práctica?
Mons. SERNA: Habría una situación gravísima. En general, la amnistía pasada se respetó (con algunas excepciones). Yo creo que los pasos que debe dar la Comisión de Paz deben ser en el sentido de proteger la amnistía. Que se trate humanamente a los que se acojan. Que haya un diálogo gobierno-guerrilla. Ha llegado la hora de la reconstrucción, que no es tan sencilla, porque existe una situación difícil en el oriente del Caquetá, con una mezcla de coca y Farc.
SEMANA: ¿La suya es una posición personal o corresponde a una posición de la Iglesia?
Mons. SERNA: Es una posición personal que ha tenido acogida por parte de casi la totalidad de los obispos colombianos.