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Congresista 2022
Andrea Padilla Villarraga, representante a la Cámara por el partido Alianza Verde, habló con SEMANA sobre su proyecto de ley. Foto: Guillermo Torres Reina / Semana | Foto: Guillermo Torres /Semana

Entrevista

Andrea Padilla dice que las corridas de toros se deben prohibir “por su violencia y crueldad”

La senadora contó lo que resta para el trámite del proyecto de ley que acabaría con las prácticas taurinas en el país y respondió a las críticas de quienes gustan de la denominada ‘fiesta brava’.

20 de enero de 2023

SEMANA: ¿Por qué se deben prohibir las corridas de toros en Colombia?

ANDREA PADILLA (A. P.): Por su violencia y crueldad contra seres vivos capaces de sentir, sufrir y experimentar angustia y dolor, como cualquier animal humano. Además, porque obedecen a la idea de que podemos disponer de los demás animales a nuestro antojo, incluso para entretenernos, así se les cause la muerte en medio de torturas y agonías. Felizmente, la sociedad está cambiando y cada vez hay más conciencia sobre el derecho de los demás animales a vivir y disfrutar de sus vidas libres de tortura.

¿Se deben acabar las corridas de toros en Colombia? | Semana Noticias

SEMANA: ¿Qué se tiene contemplado para quienes viven de esta actividad?

A. P.: El proyecto contempla un período de transición de tres años para que el gobierno lleve a cabo dos acciones: identifique a las personas que viven económicamente de las corridas de toros u obtienen parte importante de su sustento de estas actividades y defina, con ellas, opciones de ingreso.

Me refiero, concretamente, a toreros, banderilleros y novilleros. Los ganaderos no dependen de la crianza de toros de lidia, pues son sectores económicamente fuertes. Y las personas que ocasionalmente venden productos alrededor de estos espectáculos podrán seguirlo haciendo, pero en otra clase de eventos y durante todo el año.

En todo caso, el dinero que una actividad genere no es razón para mantenerla, si es brutal. No aceptaríamos este argumento si se tratara de seres humanos.

SEMANA: Los taurinos dicen ser una minoría que debe ser respetada, sobre todo, por tratarse de una tradición cultural. ¿Qué decirles?

A. P.: Son una minoría numérica, no constitucional. Una minoría constitucionalmente protegida es la que ha sufrido opresión histórica, sistemática y estructural. Los taurinos, contrario a ello, son sectores política y económicamente consolidados. Por eso no ha avanzado la prohibición de las corridas de toros: por el poder de los taurinos. Decir que ellos son una minoría constitucional es burlarse de las verdaderas minorías. La misma Corte descartó que los taurinos fueran una minoría a efectos de protección constitucional, como si lo son las minorías religiosas y étnicas, entre otras.

SEMANA: ¿La prohibición sería de aplicación inmediata?

A. P.: No. Nuestro proyecto plantea una prohibición progresiva. Esta barbarie quedaría prohibida tres años después de sancionada la ley, durante los cuales podrían hacerse corridas de toros, pero sin matar a los animales como parte del espectáculo, ni torturarlos con instrumentos cortopunzantes. Precisamente, para que haya garantías de transición.

La versión original planteaba que fueran dos años —que es el tiempo que suele dar la Corte cuando toma decisiones que pueden afectar derechos—, pero en el primer debate los senadores de la comisión quinta ampliaron el período a tres años.

Andrea Padilla Villarraga, Senadora de la República
Andrea Padilla Villarraga, en un foro sobre maltrato animal en 2022. | Foto: Esteban Vega

SEMANA: ¿Si los taurinos aceptan cambios como morigerar la ‘fiesta brava’, aceptaría que continuarán las corridas?

A. P.: Los cambios que ellos proponen son ofensivos y hasta perversos: bajarles un centímetro a las banderillas, que en vez de clavarle el cuchillo al toro tres veces sean dos, en fin: morigerar la tortura. Es inaceptable y el debate ha avanzado. Los animales no están en el mundo para entretenernos, mucho menos para ser torturados así sea “pasito”.

Insisto: no aceptaríamos que un ser humano fuera torturado, aunque con moderación. Además, el hecho de que las licitaciones de 2020 y 2021 en Bogotá quedaran desiertas demuestra que a los taurinos no les interesa hacer su espectáculo sin torturar ni matar a los animales.

SEMANA: ¿Qué falta en el trámite legislativo?

A. P.: Los dos debates en Cámara.

SEMANA: ¿Cuál es el ambiente político en la Cámara de Representantes?

A. P.: Difícil; más, siendo un año electoral. Tendremos que hacer muchas reuniones, conversaciones y contar con el apoyo del gobierno nacional. Nosotros, los defensores de animales, solo tenemos nuestros argumentos éticos; en cambio, los taurinos tienen con qué hacer lobby. Y mucho… mucho poder.

Congreso de la República
Plenaria de la Cámara de Representantes. | Foto: Congreso de la República

SEMANA: Estamos en un año de elecciones, ¿esto podría afectar la votación en plenaria de Cámara?

A. P.: Es altamente probable. Los taurinos tienen dinero y poder político. De hecho, conocieron el reciente Auto de la Corte catorce meses antes de que se hiciera público. Sacar adelante este proyecto de ley será demostrar que en el Congreso hay, al fin, un verdadero cambio.

SEMANA: Uno de los argumentos de los taurinos es que gran parte de los recursos de las corridas sirven para labores sociales en Cali y Manizales. ¿Cómo se reemplazarían esos dineros?

A. P.: Con el Estado. No debemos seguir justificando espectáculos de tortura y muerte de animales, seres indefensos y sintientes, así generen dinero. Otras actividades en nuestra sociedad —hoy prohibidas o consideradas delitos— han movido la economía y dejado obras sociales, ¡barrios enteros, con escuelas! ¿Las aceptaríamos aun sabiendo que su saldo es muerte y dolor?

Plaza de toros de Manizales. Primera Corrida. Temporada Taurina 2023.
Plaza de toros de Manizales. Primera Corrida. Temporada Taurina 2023. | Foto: Cormanizales

SEMANA: ¿Por qué se excluyeron las peleas de gallos y las corralejas, si también en esas actividades hay maltrato animal?

A. P.: Porque así lo quiso la mayoría de senadores, alegando que son actividades con arraigo regional. Sospecho que tras esa decisión hay miedos y compromisos electorales, pues la crueldad, brutalidad y violencia de una corraleja, por ejemplo, están fuera de discusión. Lo vimos este año, una vez más. No hay cómo defender tal decadencia y barbarie. Corralejeros y galleros apelan al chantaje electoral.

SEMANA: ¿Qué responder a quienes dicen que los que están en contra del maltrato animal son incoherentes porque apoyan el aborto?

A. P.: Es una generalización burda y un falso dilema. Habrá defensores de animales que defiendan, también, la vida del no nacido y otros que defiendan, en cambio, el derecho de las mujeres a decidir. Son debates distintos. En mi caso, estoy concentrada en la defensa del derecho de los animales a vivir y morir en paz.

Lo que sí tengo clarísimo es que es absurdo paralizar la decisión de proteger la vida de los animales por un debate que tiene sus propias dinámicas culturales y dilemas éticos.