Actualidad y tendencias de la construcción en Colombia

CONSTRUCCIÓN

Actualidad y tendencias de la construcción en Colombia

Un vistazo a uno de los impulsadores históricos de la economía nacional. Las concesiones de cuarta generación dinamizarán la economía en 2014.

19 de noviembre de 2013

Desde los tiempos de la misión Currie de principios de los años 70, se definió la construcción como uno de los jalonadores de la economía nacional. Y no es para menos: basta con apreciar la precaria infraestructura vial del país y la siempre insuficiente oferta de vivienda de interés social como para apreciar su importancia.

Es más: dentro del crecimiento esperado de la economía nacional al cierre de 2013 (3,8% estimado), es la construcción la actividad que más va a aportar, pues se espera que su crecimiento sea entre el 6 y el 7%. Y para el año 2014, cuando se terminen de perfeccionar las licitaciones de las concesiones viales de cuarta generación, el impulso global será aún mayor.

Esto se explica porque la construcción, sea habitacional, institucional, empresarial o de obras civiles son intensas en contratación de mano de obra y, por su encadenamiento con otras industrias, como el acero, el vidrio, el cemento, etc., generan una cadena de valor muy importante.

Pero, surge una pregunta: ¿hacia dónde va la construcción en Colombia? Al respecto consultamos con el arquitecto Benjamín Sánchez, gerente de una organización del mismo nombre, con más de 10 años de experiencia en prestar servicios de arquitectura e ingeniería.

Sánchez opina que no es cierto que haya una burbuja inmobiliaria sino que “en virtud del elevamiento de la calidad de vida de los colombianos, hoy día existe tanto una mayor capacidad de pago como una mayor demanda por la tierra en los centros urbanos, lo cual presiona los precios del suelo y la construcción al alza.”

Precisamente, la evidente saturación de centros comerciales en las ciudades grandes y medianas no es sino el ciclo natural del uso de la tierra que, antes que una crisis, se convirtió en una oportunidad para la construcción. “Resulta que al ciudadano de estrato medio le es costoso pagar el metro cuadrado a 3,5 millones de pesos en las grandes ciudades como Bogotá, pero encuentra en Chía, Cota y demás ciudades pequeñas circundantes la oportunidad de vivir mejor y por menos costo, al tiempo que los constructores también tienen la oportunidad de emprender centros comerciales, oficinas y obras civiles.”, explica Sánchez.

Sin embargo, los planes de redensificación urbana y revitalización de los centros de las ciudades también son tendencia. Sánchez dice que “ambas ideas son válidas siempre y cuando vayan acompañadas de una fuerte inversión en urbanismo, es decir, en una adecuada planeación tanto de los espacios privados como públicos, en redes de servicios públicos, en sistemas de transporte masivo eficientes que desestimulen el uso del automóvil particular… Los errores del pasado no se pueden repetir, pero para evitarlos hay que reflexionar muy bien cuál es el resultado que se quiere.”

Un último punto se refiere a la construcción de pasos a desnivel en las ciudades. Los errores de Boston o San Francisco, que a lo largo del siglo XX elevaron parte de las avenidas, autopistas y sistemas de transporte masivo dejaron en claro que los puentes no siempre son la mejor solución pues interrumpen el derecho al horizonte y hacen invivibles los bajos de estas construcciones.

Sánchez explica que los pasos a nivel en altura “no son indeseables por sí mismos, sino que su viabilidad depende del impacto en el entorno, cosa que no siempre se observa.” Lo que sí es cierto es que los pasos deprimidos minimizan el impacto y aseguran el derecho al horizonte.