Especiales Semana

ANIVERSARIO

12 de junio de 1995

CODIFICADOS
El código de barras es un moderno sistema de identificación de productos extendido por todo el mundo. SEMANA lo utiliza desde hace un año.
HACE ALGUNOS años, cuando alguien encontraba una revista, un paquete de caramelos o una lata de sardinas con unas extrañas líneas y números impresos en el empaque, daba por hecho que se trataba de productos importados. O de contrabando.
Para algunos esas rayitas y cifras representan el precio del producto. Otros creen que es un método para el control de calidad. Sin embargo el asunto es mucho mas complejo. Porque ese distintivo, llamado técnicamente código de barras, contiene mucha información útil para fabricantes, distribuidores y consumidores.
Aunque para la mayor parte de los consumidores pasa inadvertido, con los años ha crecido la cantidad de productos que traen el código. En Colombia hay 4.500 empresas afiliadas al Instituto de Codificación y Automatización Comercial -IAC-, la entidad encargada de implementar este sistema en el país.
La creación del código de barras tuvo sus precursores en las bandas magnéticas, como las de las tarjetas de crédito, y en otros tipos de lectores ópticos desarrollados en las décadas de los 60 y principios de los 70.
Pero este sistema no sólo se utiliza para identificar cosas o unidades de consumo. Desde las primeras versiones, aparecidos en Estados Unidos hace algo más de dos décadas, sus aplicaciones han sido muy diversas y es una tecnología que así como se usa en tarjetas de identificación personal, paquetes de comestibles o facturas de servicios, se emplea en tiquetes de avión, llaves de hoteles, contenedores de carga o publicaciones. No obstante, es en los supermercados y otros puntos de venta donde se han hecho más populares y se puede apreciar mejor su utilidad.
El lenguaje que se maneja con el código de barras corresponde a unas normas internacionales. En el mundo hay dos versiones de codificación: una estadounidense -UPC, Código Universal de Productos- y una europea -EAN, Numeración Europea de Artículos-. Esta última es la más extendida en el mundo y se ha adoptado en más de 40 países, entre ellos Colombia, donde se utiliza desde 1988. A través del IAC, con sede en Bogotá, cualquier empresa, grande, mediana o pequeña, puede marcar con su propio código cada producto, que gracias a esta tecnología puede ser identificado instantáneamente.
El código básico consta de 13 dígitos, que se representan con barras y espacios claros y oscuros de distinta anchura y longitud determinada . Estas barras son interpretados por un lector láser -o escáner-, que recoge la información del producto y la transmite a un computador, programado con todas las características del producto, incluido el precio.
Los datos sobre nombre y valor de la mercancía son impresos automáticamente y, al mismo tiempo, el computador lleva el control exacto de las existencias, agilizando así los procesos de control de ventas y actualizando permanentemente los inventarios. El código de 13 dígitos -EAN 13- permite identificar 100 países, 100.000 fabricantes o empresas de cada país y 100.000 productos o presentaciones de cada empresa.
Además del sistema EAN se han desarrollado otras clases de códigos, utilizables de acuerdo con el tamaño del envase o la clase de servicio que se requiera.
En cada caso las medidas y los componentes del código pueden sufrir modificaciones, ya que en algunas circunstancias la información no es solamente numérica, sino que se combina con letras. Hay códigos especiales para empresas que no desarrollan líneas muy grandes de productos. También los hay para cajas de cartón y otros exclusivos para controlar inventarios.
Además existen algunas referencias específicas para identificar libros y otros tipos de materiales impresos, como periódicos y revistas.


QUE HAY EN LOS NUMEROS
Los números del código de barras más conocido en nuestro medio -EAN 13- se dividen así:
Los tres primeros son los números asignados a cada país -los números de Colombia son 770-.
Los cuatro siguientes corresponden a la empresa u organización inscrita. En nuestro país, este número es asignado por el I.A.C.
Los próximos cinco números identifican al producto, y son asignados por el fabricante.
La última cifra es un número de control.
En el caso de las revistas y otras aplicaciones, estas características pueden variar.